Según la publicación Agreste, la producción de tomate había aumentado un 3% para el 1 de agosto. Durante la cosecha de 2014, la producción debería alcanzar las 581.000 toneladas, de las que el 45% son tomate en rama procedente de invernaderos.
El ligero descenso en la superficie, especialmente en invernaderos no calefaccionados, no afecta a la producción total, que se equipara a la media de cinco años.
En julio, una importante afluencia de tomates en toda la región productora superó las 100.000 toneladas. El exceso de producción, la competencia de los huertos particulares y el debilitamiento de la demanda ha afectado al descenso de los precios de todas las variedades.