El descenso en producción en Andalucía (Sevilla, Cádiz y Málaga) es de unas 700 hectáreas, que se restan a las 10.000 hectáreas en 2015, y en Murcia el descenso es de unas 400 hectáreas por la sequía.
Los mercados de exportación en Europa presentan una demanda animada, así como en España, donde el consumo se está recuperando y vuelve a crecer el interés por la patata nueva española por parte de las cadenas de distribución.