Si la producción italiana de castaña no se moderniza y profesionaliza más, desaparecerá en los próximos años y las castañas tendrán que importarse.
Cosecha no profesional en la zona de los Apeninos
Elvio Bellini, presidente del Centro de estudio de la castaña de Marradi, declara:"Las importaciones han aumentado más del doble desde 2010. Nuestros mercados están repletos de producto de España, Portugal, China y Turquía. En 2015, produjimos 32.000 toneladas de castañas, mientras que entre 2000 y 2007, produjimos 53.000 toneladas de media. Nuestros castañares son muy antiguos, datan de la época medieval. No bromeo, los árboles derivan de los primeros plantados por los monjes entre los siglos XII y XV".
Basar una producción moderna en árboles de 600 años es una utopía. Según Bellini, estos castañares deberían rodearse de árboles modernos. "Yo creo que las tierras que rodean los castañares, donde se cultivaba cereal en la época medieval, son perfectas para los castaños. Debemos plantar árboles más cerca los unos de los otros y podarlos. Además, una mejor gestión de las técnicas agronómicas acelerará la producción".
Las principales zonas de producción en Italia son Campania (18.000 toneladas) y Calabria (10.000 toneladas), seguidas de Lacio (9.500), Piamonte (6.000) y la Toscana (5.500).
Las castañas podrían convertirse en la principal fuente de ingresos en la región de los Apeninos. En 2014, las importaciones superaron las 38.000 toneladas, por un valor total de 93 millones de euros (datos de Ismea); algo inaudito, ya que en 2012 solo se importaron 17.000 toneladas y en 2013, 32.000 toneladas.
El precio medio de importación fue de 2,44 euros por kilo, un 14% más que en 2013. Las cantidades se elevaron un 18% con respecto a 2013 y las importaciones han aumentado más del doble desde 2012 (+116%).