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Disminuyen las macroplantaciones de almendros en Lleida ante la caída de precios

Las macroplantaciones de almendros en las comarcas de Lleida, gestionadas por fondos de inversión, han experimentado una notable reducción tras alcanzar su apogeo en 2022. En ese año, el precio de la almendra Marcona superó los siete euros por kilo, mientras que la Llargueta y la Comuna se cotizaban por encima de los cinco y cuatro euros respectivamente. Sin embargo, una posterior caída de precios ha situado estas cotizaciones por debajo de los umbrales de rentabilidad, especialmente para las plantaciones de regadío, cuyos costes de producción superan las actuales cotizaciones internacionales.

Según Bernardo Funes, de COAG, los fondos de inversión buscan beneficios rápidos y se retiran ante la falta de rentabilidades inmediatas. La inversión inicial en estas macroplantaciones, sumada a las expectativas no cumplidas sobre los precios, ha llevado a que ya no sean consideradas rentables.

El interés de los inversores en el sector de la almendra comenzó a aumentar en 2017 y 2018, cuando las cotizaciones de variedades como la Llargueta y la Marcona rondaban precios altamente atractivos. No obstante, la situación actual refleja una crisis de consumo y precios estancados, con pronósticos de que esta tendencia se mantenga al menos hasta la floración de la campaña 2025/2026, según líderes del sector.

La reducción de la superficie dedicada al cultivo de almendros, que superó las 1.400 hectáreas en 2022 solo en Lleida, ha llevado a una disminución en el consumo de agua. Este cultivo, que requiere hasta el triple de agua en comparación con las frutas de hueso, ha liberado más de 12,5 hectómetros cúbicos de agua debido a esta caída del 27% en la superficie cultivada. La demanda de agua para el almendro de regadío supera los 9.000 metros cúbicos por campaña, una cifra significativamente más alta que la requerida para otros cultivos.

Fuente: segre.com

Fecha de publicación: