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La sequía extrema atenaza al sector

"La incertidumbre domina el mercado de la patata"

La sequía extrema en Países Bajos está provocando mucha incertidumbre en el mercado de la patata. "En nuestra región, Goudswaard, tenemos la suerte de poder regar, por lo que hemos podido cosechar el 80% de la producción; sin embargo, en muchas otras regiones, como en el sudoeste, en Bélgica y en Valonia, tienen un problema, porque no pueden", comenta Adrie Kleinjan, de la holandesa Kleinjan’s Aardappelhandel. "Estas condiciones secas son insólitas, y ni siquiera los más viejos han experimentado algo así. Durante la cosecha, la humedad siempre ha dado muchos más problemas que estas condiciones extremas".

"Algunos productores han comenzado a cosechar las patatas de todos modos, porque ya es la fecha, pero otros prefieren esperar, y esa incertidumbre también se refleja en el mercado: ¿Podremos cosechar estas patatas? ¿Qué calidad tendrán? ¿Es posible que llueva y no podamos cosecharlas? Nadie lo sabe, pero hay muchas patatas que siguen en el suelo y que son decisivas para fijar los precios en el mercado. La incertidumbre domina el mercado, por lo que todavía no hay oferta y el mercado de futuros es muy alto", continúa Kleinjan.

"Esta situación también preocupa a la industria de las patatas fritas, porque se encuentra en una posición incierta. En los mercados interno y de exportación, las patatas se venden relativamente caras y la pregunta es si se encarecerán más. Por culpa de los precios altos, hay menos volumen y exportaciones mediocres, en mi opinión. El año pasado por estas fechas, exportamos muchas patatas a Europa del Este, pero ahora están disfrutando de una buena cosecha y han dejado de ser nuestros clientes para convertirse en nuestros competidores".

Kees Schouten, del mayorista de patatas Altena, de Wijk en Aalburg (Países Bajos), también opina que la situación es difícil. "Los productores tienen que regar ahora y echar entre 30 y 40 milímetros de agua en el suelo para cosechar las patatas, pero no todos tienen los sistemas ni la oportunidad. En general, en nuestra zona podemos regar, pero, al sur de los ríos grandes, es casi imposible por culpa de la sequía".

"En nuestra región, la mitad de la cosecha sigue plantada. Si se han regado las patatas, la calidad suele ser buena, pero los productores que no pueden regar tienen problemas. Los agricultores siempre tienen que tener cuidado al cosechar y almacenar las patatas, y en estas ocasiones es cuando se puede ver cuáles son los mejores". Por último, Schouten añade que siempre está el riesgo de que, si comienza a llover, no parará. "Las precipitaciones totales anuales nunca varían mucho de un año a otro, lo que aumenta el riesgo, y eso me preocupa mucho".
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