Los precios de las patatas están siendo altos últimamente a causa de una cosecha decepcionante y una alta demanda por parte de las fábricas de patatas fritas de bolsa, por lo que resulta atractivo especular para lograr un precio más alto. No obstante, a Ronald van de Wouw, de la empresa holandesa Wouw Agro, eso no le interesa: "Yo cultivo patatas para venderlas, no para almacenarlas".
Ronald cultiva patatas, cebollas, zanahorias y remolachas en Zelanda, Países Bajos. Las patatas son, con diferencia, el producto principal. El año pasado, sequía y la lluvia pasaron factura a la temporada de la patata. "Sobre todo, nos afectó la sequía", recuerda Van de Wouw, lo cual redujo la cosecha en un 15%. "Tuvimos una buena cosecha, pero menos kilos".
Ventas satisfactorias
Cuando hablamos con Van de Wouw en enero, los precios de las patatas eran altos por la alta demanda de las fábricas de patatas fritas de bolsa, un mercado al que también sirve Wouw Agro. La cosecha se vende en su totalidad a la industria. "Nos hemos dado cuenta de que la demanda es buena, pero nosotros cultivamos para vender, no para almacenar. Vendimos la mayor parte de nuestra cosecha en noviembre". No se arrepiente de no haberse aprovechado de la subida de los precios. "Vendo cuando me satisfacen los precios. Mirar al pasado tal vez me enseñe algo, pero aparte de eso, no tiene mucho más sentido. Al único al que le quita el sueño es a mí", afirma el sobrio holandés.
Anteriormente, Wouw Agro cultivaba diversos cultivos, pero Van de Wouw redujo el número. "Cultivamos cuatro cultivos conscientemente, también es una forma de diversificar los riesgos". La temporada de la cebolla se prolonga lo máximo posible cultivando tanto cebollas de plantación como de siembra. La zanahoria se vende directamente desde el campo tanto como es posible. En los meses de verano, Wouw Agro también funciona como instalaciones de almacenamiento y trasbordo para empresas de la región que cultivan cebollas. Además, la empresa ha invertido en máquinas de lavado para patatas, una línea que lleva tres años en funcionamiento".
Fin de la tara
"Queríamos ofrecer valor añadido a nuestros clientes", explica Van de Wouw. "Cuando un cliente pide 30 toneladas de patatas, debería recibir 30 toneladas de patatas. Como nosotros lavamos las patatas, ya no hablamos de la tara". Lavar no es lo más importante, sino la mesa de clasificación que sigue al tambor de lavado. "Las patatas malas se pueden retirar durante el lavado, pero para clasificar se necesita que el producto esté limpio". La noticia de que el agricultor había invertido en la máquina de lavado se difundió con el boca a boca. "Cuando cumples las especificaciones de entrega y los clientes saben que suministras un buen producto, vuelven a ti. Es importante suministrar siempre la misma calidad".
Dado que la máquina no está operativa durante toda la semana para los productos de Wouw Agro, también la utilizan terceras partes. "La máquina está a disposición de nuestra empresa, pero cuando no la utilizamos para nosotros, la utilizamos para otros". Para esta pequeña empresa no es un problema que les llamen por teléfono un día pidiéndoles utilizar la máquina de lavado pocas horas después".
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