"En Noruega, tenemos una larga tradición de llevarnos naranjas cuando vamos a esquiar durante las Pascuas, pero con la subida de las temperaturas y que la Pascua ha caído tarde, este año ha sido distinto. En la parte central del país no hay nieve y eso ha afectado mucho a las ventas. Los consumidores ya se inclinan por frutas de primavera como los melones y las sandías", explica Asbjorn Hauane, de la empresa importadora noruega Interfrukt.
Lo que tal vez tampoco haya ayudado es que las cadenas de supermercado el año pasado lanzaron campañas para las naranjas en febrero y marzo, pero no este año. Cuando le preguntamos si el descenso del consumo de naranjas ha tenido algo que ver con la mayor demanda de las variedades de pelado fácil, Hauane dice que no lo cree así porque las clementinas de España y Marruecos se consumen mucho en noviembre y diciembre.
Crecen las ventas de arándanos
Mientras que descienden las ventas de naranjas, Hauane señala que, en estos momentos, las de arándanos están creciendo gracias a las campañas lanzadas por los supermercados, que los venden a precios bajos.
"La campaña del arándano ha complicado las cosas, porque mientras que los supermercados venden los berries a entre 1 y 2,25 euros la tarrina (en ocasiones, dos) de 125 gramos,los importadores están pagando 22,50 euros por una caja de 12 tarrinas de 125 gramos llegada de Róterdam. Ahora mismo estamos pagando precios altos por la escasez de oferta, pues el hemisferio sur está cerrando la temporada y estamos esperando el nuevo suministro de Marruecos y España. Estas campañas se planifican con meses de antelación, por lo que es difícil, como hemos visto hasta ahora, garantizar que no coincidan con el hueco de la oferta", continúa Hauane.
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Asbjorn Hauane
Interfrukt
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