Cuando se les contactó, muchos eran cautelosos al hablar de los problemas políticos, pero el sentimiento general era que es importante no reaccionar demasiado rápido a los recientes giros de los acontecimientos y que tienen que pensar que es muy posible que haya una situación temporal, directamente relacionada con las elecciones.
Justo antes de las elecciones, Max Lami, director general de Oppenheimer Europe predijo la caída en el valor de la libra esterlina, “aunque el impacto en la libra no fue tan dramático como lo fue con el Brexit, la esterlina va a ver mucha incertidumbre en muy poco tiempo”.
Un importador británico comentó un sentimiento parecido, diciendo que no deberían precipitarse en sacar conclusiones y que lo más importante para la esterlina era la estabilidad.
“Las elecciones acaban de ocurrir, hay que darle un par de días. Nadie sabe aún qué van a hacer, es como con lo del referéndum, es algo con lo que tendremos que lidiar. Lo más importante para los comerciantes como nosotros es tener estabilidad, ya sea alta o baja, para que podamos plantear una planificación adecuada”, enfatizó el importador.
Cuando se les pregunta cómo les afectarán a los clientes británicos los precios más altos en el supermercado, el importador dijo que depende de qué tipo de niveles de alarmismo elijan los periódicos. “Somos afortunados de llegar a la época estival, lo que significa que habrá más productos británicos disponibles lo que nos hará menos dependientes de las importaciones, en comparación con los meses de invierno. Si esta situación continúa igual, en los meses de más frío, podríamos ver más impacto”.
Sobre el Brexit y a la postura de Theresa May en cuanto al “Brexit más radical”, Copa Cogeca expresó recientemente sus preocupaciones sobre si sería correcto hacer que los productores británicos se vieran forzados a pagar el precio de la decisión política. Siguen siendo los que más perderían, el informe del autor advierte que los productores de frutas, verduras, carne, productos lácteos y vino, suman la gran cifra de 45.000 millones de euros en las exportaciones alimentarias y agrícolas anuales europeas al Reino Unido.
“Me gustaría que el tipo de cambio volviera a estar donde estaba antes de las elecciones hace un par de días. Como con el Brexit, no tenemos la bola de cristal, así que démosle un poco de tiempo y veamos a ver qué ocurre”, urgió el exportador británico.