Según un funcionario mexicano, su país cree que puede firmar un nuevo acuerdo de libre comercio con la Unión Europea antes de finales de febrero. La UE y México tienen la intención de actualizar un acuerdo comercial que cubre en gran medida los productos industriales. El objetivo es agregar productos agrícolas, más servicios, inversiones y contratación pública, e incluir disposiciones sobre normas laborales y protección del medio ambiente.
Los negociadores mexicanos están en Bruselas esta semana, después de lo cual las dos partes se volverán a reunir la próxima semana en México. El funcionario mexicano dijo que la comisionada de comercio de la UE, Cecilia Malmstrom, podría presentarse la semana que comienza el 19 de febrero para ayudar a cerrar las conversaciones y permitir que se anuncie un acuerdo inicial, si se llegase a un acuerdo.
Los principales desafíos son, cuándo se podrán abrir los mercados a los alimentos y las bebidas, como el tequila, el pollo y los espárragos de México, y los productos lácteos de Europa, y cuánto tardará la demanda de la UE en reconocer las indicaciones geográficas.
Tales indicaciones protegen los productos agrícolas, por ejemplo, dictando que el término "champán" sólo puede usarse para el vino espumoso del norte de Francia, o que el término "manchego" sólo se aplica al queso de oveja del centro de España. México acostumbra patrocinar los productos con marcas registradas (y tiene su propio "manchego" de leche de vaca).
Para México, un acuerdo con la UE sería parte de su estrategia para reducir su dependencia de los EE. UU., el destino de casi el 80% de sus exportaciones, lo que se ha vuelto urgente, dada la amenaza del presidente Trump de desechar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.