“Se espera que en dos o tres semanas ya haya volúmenes significativos de España en los mercados europeos, y que las cadenas de distribución hagan el cambio de un origen a otro”, explica Sergio Sánchez, Export Sales Manager de Agromolinillo. “En estos momentos, debido a la baja disponibilidad de arándano español, los precios son mucho más altos que el arándano de Chile, cuya calidad empieza a menguar. Cuando el arándano chileno está en plena producción los largos viajes en contenedor no influyen en la calidad pero a estas alturas ya se nota y no sale rentable, por eso algunos se plantean incluso traerlo por avión, lo cual encarece los costes”.
Agromolinillo se centra en la producción española cuando está en temporada, mientras que en contra estación importan producto de Perú, Chile, Polonia o Marruecos.
Con sede en Moguer, esta empresa familiar se dedica a la producción y comercialización de frutos rojos y cítricos en más de 800 hectáreas de producción propia. Con alrededor de 35 años de historia, la empresa se inició con la producción naranja y mandarina. Con los años adquirió más importancia el cultivo de fresa, hasta que hace unos años, el arándano se ha convertido en su principal producto.
“Seguimos teniendo una cantidad importante de fresa, unos 5 millones de kilos, pero de acuerdo con la demanda del mercado hemos ido aumentando el cultivo de berries, especialmente el de arándanos, por la popularidad de sus beneficios para la salud. Actualmente producimos unos 6 millones de kilos de arándanos. Es un producto de moda. Además también ofrece más estabilidad en campo, ya que sus arbustos tienen una vida de unos 10 años, mientras que la fresa hay que plantarla todos los años. Trabajamos con variedades libres, aunque estamos en contacto constante con viveristas y obtentores para estar al día y encontrar oportunidades de ampliar nuestro portfolio con nuevas variedades y diferenciarnos de nuestros competidores”.
Si bien la temporada de arándano español empieza normalmente a mediados de marzo y termina a finales de junio. “Este año hemos empezado a ofrecer producto con cantidades limitadas a partir de principios de enero. Nuestros técnicos estiman que estos brotes tempranos han sido debidos al cómo se realizó la poda de la planta el año pasado. Nuestro objetivo es aumentar en la medida de lo posible nuestro calendario de producción para distribuir más la cosecha y evitar así picos elevados de producción, lo cual facilita considerablemente la comercialización”.
La campaña pasada hubo momentos complicados en el sector del arándano español debido a la concentración excesiva de fruta, que llevó a precios bajo presión. “Para este año se espera más producción de arándano que el año pasado en Huelva, aunque hay que destacar que también se prevé una mayor demanda en comparación con el año pasado. El mercado está cada vez más abierto al consumo de este producto, y esto puede equilibrar la balanza, aunque los precios no serán como otros años”, indica.
Prácticamente el total de la producción de Agromolinillo se destina a exportación, principalmente a los mercados europeos, además de Asia y Oriente Medio. “Fuimos los primeros en enviar arándanos al Sudeste Asiático, donde estamos creciendo cada año. Aunque el arándano es un producto perecedero y buscamos la cercanía, los mercados asiáticos y Emiratos Árabes son necesarios, ya que dan la oportunidad de sacar producción de Europa cuando hay demasiada. No podemos seguir creciendo como empresa sin estos mercados”, concluye Sergio Sánchez.
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Sergio Sánchez
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