Ha comenzado la última semana de las zanahorias de las cámaras frigoríficas, según André Louwerse, de la empresa con el mismo nombre. "Todavía estamos abasteciendo a los procesadores que fabrican productos semiacabados para la hostelería. Las zanahorias se pelan, se limpian y se envasan al vacío en envases de 3 a 10 kilos. Este tipo de productos de conveniencia son cada vez más demandados y han extendido la temporada en los últimos años".
André está muy satisfecho con la temporada. "Deberíamos considerarnos afortunados. La temporada no se ha visto perjudicada por haber sido un poco inferior en cuanto a calidad. Todo se venderá, y por buenos precios. El año pasado fue bastante diferente, pues quedó mucha zanahoria sin vender".
En este momento, las zanahorias del mercado son importadas, principalmente de Francia. "Las zanahorias se limpian e hidroenfrían en Francia, y llegan a los Países Bajos y Bélgica en bolsas grandes. Pueden colocarse en el envase deseado en cuanto llegan aquí, lo que brinda a las empresas de limpieza la opción de mantener sus líneas de limpieza y procesamiento preparadas para la nueva cosecha".
Además de las zanahorias francesas, el producto israelí también está disponible. Se esperan zanahorias holandesas grandes a partir del 10 de julio. "Todavía hay mucha oferta de zanahorias grandes de la anterior cosecha, y el mercado está bastante equilibrado. Los precios muestran una tendencia ligeramente decreciente. En el sur de los Países Bajos, las zanahorias se desarrollan rápidamente, por lo tanto, es necesaria la venta constante deproducto", comenta André.
El rápido desarrollo tiene una desventaja también. "Las primeras variedades son más débiles y menos adecuadas para los destinos de exportación lejanos. Las cosechas de variedades de mejor calidad en Noordoostpolder y Flevopolders comienzan a finales de julio. La sequía actual no es un problema para el almacenamiento de zanahoria en suelos arcillosos. Sin embargo, aunque la temporada será más larga, si la sequía continúa en Flevopolders, el producto tendrá que ser regado para evitar las costras".
Louwerse Wortelen trabaja principalmente con compradores en Bélgica y los Países Bajos. André tiene tierras agrícolas tradicionales, y la producción de zanahorias es secundaria. La empresa comercial tiene contactos con cerca de 150 productores, con 600 hectáreas de zanahorias entre todos, y trabajan con unos 20-25 empleados permanentes en compras y ventas, almacenamiento en frío, transporte y venta de semillas. André ha notado una creciente demanda de zanahorias ecológicas. "En este momento, todavía no llega al 10 por ciento de nuestra facturación, pero para la próxima temporada, algunos procesadores han indicado que comprarán más zanahorias ecológicas, algo en lo que tendremos que trabajar". André también espera demanda de zanahorias amarillas en la próxima temporada. "A pesar de ser un nicho, la demanda de zanahoria amarilla fue más alta de lo esperado hace dos años, y como resultado, el año pasado nos expandimos enormemente. Es por eso que aún nos quedan lotes, y por eso hemos sembrado un poco menos este año".
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