Hace unos días, Massimo Pavan, un empresario de la región de Véneto con sólidas raíces en Sicilia, donde lleva muchos años trabajando con éxito, fue renovado en su cargo de coordinador de la OI Pomodoro, una organización interprofesional e interregional del sector del tomate.
En conversación telefónica con FreshPlaza, el empresario expresó su satisfacción por la renovación de su cargo.
El próximo encuentro del Grupo de Contacto del sector del tomate se celebrará en Sicilia los días 4 y 5 de abril de 2019 en la localidad de Ragusa, y vendrán delegaciones de España, Francia, y obviamente Italia. La OP Valleverde, una asociación de productores bajo la presidencia de Carmelo Firrincieli, se hace cargo de la organización del evento.
El primer día se dedicará a las visitas técnicas de los delegados a los invernaderos, mientras que el segundo día las delegaciones podrán discutir algunos temas importantes. Los puntos en la agenda son: análisis de la campaña 2018/19 en cuanto a producción y comercialización; los problemas fitosanitarios, desde la Tuta absoluta hasta el virus de Nueva Delhi; los procedimientos de exportación e importación hacia y desde países no pertenecientes a la UE. Es fácil de comprender que este será el punto más candente que se abordará en la reunión, sabiendo que es un tema muy actual para los tres países presentes.
"Ninguno de los miembros del Grupo de Contacto ve con buenos ojos los famosos acuerdos euro-marroquíes, especialmente porque los derechos aplicados son insuficientes para proteger el comercio de nuestros tomates. Los aranceles aduaneros aplicados actualmente pueden ser buenos para el tomate en rama, pero no para el tomate pequeño, por ejemplo el tomate cherry, que tiene un coste de producción más alto. Lo que había que hacer era alinear, o diversificar el arancel, por costes de producción, dependiendo del tipo de tomate", comenta Pavan.
"Doy un ejemplo práctico”, prosigue el coordinador. “Si el coste de producción del tomate en rama en Europa es de 0,70 euros/kilo y en Marruecos de 0,40 euros/kilo, el arancel de importación debe ser de 0,30 euros por/kg. Hasta ahora todo bien, pero si el impuesto sobre el tomate sigue siendo el mismo, independientemente del tipo, está claro que para el tomate cherry el arancel no es bueno, porque su coste de producción es de 1,00 euros/kilo. Por lo tanto, es necesario trabajar para que Bruselas cree un punto de equilibrio, es decir, una igualación a través de un arancel diferenciado para los diversos costes".
"No pretendemos que se modifiquen los acuerdos, sino que al menos se revisen con vistas a una corrección formal y sustancial", concluye Pavan.