"La aventura de la morilla francesa comenzó en 2009, cuando hicimos una transferencia tecnológica de China a Francia", afirma Christophe Perchat, fundador y presidente de la sociedad France Morilles. Hasta ese momento, China era el único país capaz de producir la bella indomable, con sus sabores tan demandados, a escala industrial. Entonces, Christophe se reunió en China con el profesor Zhu, depositario de la patente que permite cultivar la morilla de forma artificial, para volver a Francia con la famosa cepa "morchella conica".
Francia: el mayor consumidor de morillas del mundo
La creación de France Morilles tiene su origen en la ambición de Christophe por responder a una gran demanda francesa y europea por el preciado hongo cónico. Francia es el país en el que más se consume. Ahora bien, la oferta mundial de morillas silvestres es muy insuficiente respecto a la demanda. Como explica Christophe: "Por una parte, se debe a que hay una recogida excesiva de las morillas silvestres en los lugares de cosecha y, por otra parte, también se debe a las alteraciones climáticas actuales. La unión de estos dos elementos provocan el agotamiento del recurso".
France Morille desarrolla una red de licenciatarios
Christophe lleva desarrollando desde 2012, en colaboración con INRA, una red de licenciatarios, con el objetivo de crear un sector de la morilla en Francia: "El licenciatario comienza durante los dos primeros años con una licencia experimental, durante los cuales produce morilla en una superficie limitada (100 - 500 m2). El primer año aprende a conocer el cultivo y a hacer pruebas con las diferentes cepas de las morillas para saber cuáles se adaptan mejor a las condiciones pedoclimáticas de su medio. El segundo año, nos centramos en la gestión del agua y la lucha contra los depredadores. En este segundo año de prueba, realizamos un balance que, de ser positivo, permitiría la licencia de explotación y de comercialización. Hasta podemos realizar un tercer año experimental si es necesario.
En cuanto a la inversión, habría que contar con un presupuesto de 3.000 euros, incluida la licencia (600 euros), para lanzarse a la aventura en una superficie de 100 m2. La licencia también permitiría vender su preciosa cosecha a un centenar de euros el kilo.
Mediante esta red de licenciatarios, Christophe quiere garantizar un producto de calidad para el consumidor, cuya trazabilidad se una a una transparencia irreprochable. Pero también quiere desarrollar los circuitos cortos, permitiendo el contacto directo entre los productores de morillas y el consumidor. En conclusión, Christophe desea crear un sector, además de una cooperativa agrícola financiada por la cantidad que los licenciatarios deberían pagar por sus cosechas: "También podríamos aplicar un sistema de garantía que permita a un licenciatario víctima de un desastre natural, por ejemplo, poder cultivar de nuevo la morilla el año siguiente. Y por qué no, un día llegar a ser una caja de ahorros complementarios".
Para más información: 
Christophe Perchat
France Morilles
1335 chemin de la paillasse
24680 Gardonne, France
Teléfono: +33 1 76 35 00 2
christopheperchat2@francemorilles.com
www.francemorilles.com