Este lunes por la mañana, la moral de los militantes de la CGT, que luchan desde hace meses por mantener la línea de transporte de frutas y hortalizas de Perpiñán-Rungis, no estaba muy alta. "El día siguiente a la reunión del ministerio el 24 de mayo pasado, algunos creyeron haber ganado y aseguraban que la línea de transporte entre la plataforma de Saint-Charles y Rungis se había salvado. Hoy por hoy, podemos decir que eso es falso. El último tren partirá el 15 de julio de Perpiñán. Después nos pasaremos a los camiones", explica Pierre Place, responsable del sindicato.
Una información "de primera mano", según el Indépendant, confirmada por un delegado sindical empleado de uno de los dos transportistas de Perpiñán: "El traslado de los locales de la estación ha comenzado. Ahora estamos con las cajas. Los empleados deberían ser reubicados en el grupo, pero el tren se ha acabado. Nos han mentido en todo momento".
El sindicato vuelve a destacar la incoherencia de la situación, en cuanto a la inversión de los 22 millones de euros anteriormente permitidos en Rungis para el transporte ferroviario. "El transporte de frutas y hortalizas estará totalmente garantizado por parte de los camiones", continúa el sindicato. "Y cuando ya sabemos que faltan conductores, creemos que los transportistas tendrán que echar mano de la mano de obra extranjera, con el riesgo evidente del dumping social y el aumento programado del coste del transporte. Y todo esto sin hablar de las consecuencias medioambientales que tendrá".
Puesto que, recordemos, el final de la línea provocará un impacto medioambiental significativo, con un influjo de 25.000 camiones adicionales al año. Para la CGT, el problema procede de la SNCF "y, por lo tanto, del Estado", continúa Pierre Place. "Vamos a solicitar una entrevista con el prefecto para exponerle la gravedad de la situación. La inversión necesaria para mantener esta línea, que recordemos que es rentable, es simplemente de 25 millones de euros para los vagones frigoríficos. Vamos a luchar por salvar este tren y los empleos directos e indirectos que genera".
Un tema que toma una dimensión nacional
La ministra de Transportes, Elisabeth Borne, fue interpelada por Mathilde Panot, diputada de France Insoumise, empezando su discurso de la siguiente forma: "Hace dos semanas hizo una promesa, hace dos semanas mintió. Es inaceptable engañar a la gente que lucha y cree que ha conseguido una victoria". La diputada añadió, dirigiéndose a la ministra: "Su política de todo camiones mata", haciendo referencia a que "67.000 personas mueren cada año debido a la contaminación del aire". También hizo referencia a una inversión masiva en el transporte ferroviario, detallando que "desde hace 30 años, el transporte ferroviario se ha dividido entre tres, mientras que el número de camiones en ruta aumenta un 40%".
Como indicaba el Indépendant el lunes, la ministra recordó que la línea tenía la capacidad de mantenerse en las mismas condiciones en las que está actualmente hasta el final del año. Se han entablado las conversaciones sobre el futuro, pero todavía no se sabe qué pasará con la línea.
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Fuente: www.lindependant.fr