En muchas partes de Alemania, las temperaturas superaron los 30 grados la semana pasada. En particular, en la agricultura del sur y el este del país, las consecuencias del repentino calor ya son notables. El comercio de fruta fresca también se ha visto afectado por el calor. 
Vista del mercado mayorista de Stuttgart
Stuttgart: preocupación por las lechugas y las hortalizas de raíz
En Baden-Wurtemberg, el miércoles en algunos lugares se registraron temperaturas tropicales de alrededor de 37-38 grados. "Al alcanzar cierta temperatura, no entran más clientes y se vende menos", dice una productora que comercializa sus propios productos tanto en el mercado ambulante como en el mercado mayorista de Stuttgart. Incluso si el calor dura poco tiempo, puede ocasionar problemas de calidad y un mayor desperdicio de ciertos cultivos. "Los productos más sensibles son las lechugas, pero también las hortalizas de raíz como los rábanos, las espinacas, las acelgas y los rábanos blancos. En el mercado apenas se pueden mantener los productos lo suficientemente frescos. Eso significa más deterioro de los productos y mayores pérdidas". Pero el clima también causa problemas en la producción. "En el invernadero, se nota claramente el sufrimiento de las plantas. Además, los trabajadores apenas pueden cosechar los productos, porque hace demasiado calor en el interior".
En el mercado mayorista de Múnich ya ha habido ajustes de precios por el calor
Múnich: mayor deterioro de los champiñones blancos
Incluso en Baviera ya ha habido temperaturas extraordinarias de muy por encima de los 30 grados. En algunos lugares, incluso se alcanzaron los 40 grados. Esto también se nota en el mercado mayorista de Múnich, explica un comerciante. "Este calor es, por supuesto, malo para nuestro negocio diario, porque no se pueden enfriar los productos lo suficiente. En otras palabras, si los productos se dejan fuera durante algunas horas, a veces ya no están en condiciones para ser vendidos". Pone el ejemplo de los champiñones blancos como un producto particularmente sensible al calor. "Los comerciantes incluso tuvieron que bajar sus precios, para que los productos se vendieran más rápido".