“El calabacín y el pimiento no van a sustituir al tomate y menos en la producción de tomate para la industria. Sí es cierto que ha habido un exceso de producción mundial en las últimas campañas, pero se recupera un equilibrio”, comenta Domingo Fernández, presidente de la Agrupación de Cooperativas Agrarias de Extremadura (Acopaex).
Aunque en el sector se comentan algunas de las amenazas del tomate fresco español, como la Tuta absoluta o el elevado coste de producción, los volúmenes se mantienen, especialmente para el tomate de industria.
Extremadura hace apenas unos días que ha terminado la campaña de tomate con una producción entre un 5% y un 10% superior al año pasado: “El balance ha sido positivo porque se ha recogido todo, no hemos perdido nada porque nos hemos salvado de las lluvias, lo que sí ocurrió en la campaña de 2018. Ahora sí necesitamos que llueva”, comenta Domingo Fernández. “Si el tomate maduro se moja por la lluvia, se estropea. Esta campaña ha venido con buena calidad principalmente debido a un verano un poco más caluroso. De las 23.000 hectáreas de tomate a campo abierto no hemos perdido nada”, manifiesta el presidente de Acopaex.
Con precios mejores que el año pasado por estas fechas en el sector de procesados, Domingo afirma que podemos hablar de un claro repunte: “Es cierto que depende de cada una de las especialidades, pero los precios se han recuperado: hasta hace poco eran bajos y están subiendo debido a la escasez de existencias. El equilibrio va a conseguirse poco a poco”, explica Domingo, añadiendo que Italia o Portugal traen menos cosecha este ejercicio.
El 80% del tomate español se encuentra en Extremadura y el resto en Andalucía y se exporta a toda Europa: “Alemania sigue siento uno de los mayores consumidores europeos. Por supuesto Reino Unido es un consumidor importante. El brexit no cambiará los hábitos y seguirán pidiendo tomate extremeño. Esperemos que la burocracia para exportar no complique las gestiones ni aumente innecesariamente el precio final”, puntualiza Domingo Fernández.
Según Acopaex, la competencia actual sigue siendo una amenaza, como países como China, que compiten con ventaja al no estar supeditados a las mismas normas de calidad: “El tomate español es de excelente calidad, si elegimos las variedades idóneas siempre tendremos mercado a pesar de escollos como el transporte: estar en el sur de Europa es una ventaja climatológica pero no a nivel de estrategia logística. Y el transporte puede encarecer mucho el producto final, es un hecho”.
“El tomate para la industria se recolecta con cosechadoras y dada la tecnología de EE. UU., que les hace líderes, competir es difícil. Sin embargo, sí tenemos una ventaja: ellos no pueden vender fuera por la limitación que supone el cambio actual de moneda. Un hueco está ahí abierto para el tomate español”, augura Domingo Fernández.
Domingo Fernández, presidente; Juan Francisco Blanco, director
“A nivel de consumo ecológico el crecimiento se mantendrá, pero no debemos perder de vista que el diferencial de precio sigue suponiendo un freno para el consumidor”, comenta Domingo Fernández.
Esta campaña se evalúa en cantidades medias de 95.000 kilos por hectárea, unos 5.000 más por hectárea respecto a las cifras del año pasado, según ha manifestado Acopaex.
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