"La duración de la conservación de las endibias no es muy buena y hay que venderla lo antes posible", detalla Jean Pierre Dalle, de la empresa Ribambelle. "A finales de julio, nos enfrentamos a una ola de calor durante tres días, seguida de un período de lluvia intensa en los meses de septiembre, octubre y noviembre. Había mucha lluvia en los campos para cosechar y las endibias se estancaron en el agua. En consecuencia, la calidad es muy normal".
La cosecha de las endibias ya ha finalizado. "Hay muchas endibias pequeñas y muy poca mercancía. En comparación con un año normal, los productores suministran alrededor de un 20% menos de endibias. La ventaja es que los precios están por encima de la media, y esto permite equilibrar el volumen con el precio. Para las próximas semanas tenemos confianza en lo que respecta a la obtención de precios correctos para los productores". Jean-Pierre destaca que la demanda de endibias es muy buena desde el lunes. "Por otra parte, estuvo muy calmada durante las fiestas de Navidad, como todos los años."
Jean-Pierre teme una producción problemática en septiembre. "Normalmente, muchos productores guardan sus endibias para introducirlas en el mercado en septiembre. Pero como la endibia no es bonita, no quieren correr el riesgo de sembrar durante este periodo. Si la demanda es buena en los meses de abril, mayo y junio, van a vender todas las endibias a un buen precio y no se arriesgarán a volver a empezar en septiembre, con una calidad inferior y un precio desconocido. Esto va a ser un gran problema. Me pregunto si vamos a tener mercancías para vender. Holanda y Bélgica también se enfrentan al mismo problema. Podemos hacer alguna compra en Holanda y en Bélgica, pero es mucho más caro que nuestra producción. Por ello, no tiene un gran interés".
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Jean-Pierre Dalle
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