Presentamos imágenes y vídeos que dan testimonio de la temporada poco menos que desastrosa para los caquis españoles. La demanda ha sido casi inexistente, los precios ridículos (0,08-0,10 €/kg) y una gran cantidad de frutas se pudren en los árboles porque su recolección no es viable económicamente.
"Nadie nos presta atención. Las organizaciones de productores, creadas para defender al productor y unificar la oferta, son como trampas porque sirven a la gran distribución y la política. Si a esto le sumamos la invasión de frutas y hortalizas del exterior (especialmente de Sudáfrica) y las restricciones fitosanitarias en el uso de pesticidas efectivos para el control de algunos organismos nocivos recurrentes, la situación se vuelve aún más dramática y sin salida", dice un productor.
Árboles cargados de fruta
Dado el gran interés de Rusia y el norte de Europa por los caquis españoles, una fruta de otoño-invierno considerada atractiva, sin semillas y con un excelente sabor, las superficies destinadas a este cultivo aumentaron muchísimo en el transcurso de los años hasta las más de 15.000 hectáreas en producción actuales. Muchos productores decidieron cambiar sus cultivos, principalmente de cítricos, por grandes plantaciones de caquis.
El crecimiento desmesurado de la superficie ha causado una sobreoferta y saturación en los mercados, con la consiguiente caída en los precios en origen y venta. Esta situación ha tenido repercusiones en todos los productores, ya que, especialmente en esta campaña, han visto que su producto cotiza cada vez menos, incluso por debajo de 0,10 €/kg en las últimas semanas.
La cosecha se terminó hace aproximadamente un mes, pero en las plantaciones españolas es fácil encontrar ahora excavadoras arrancando árboles o productores cortando los troncos con motosierras. Una cosa es cierta: la superficie, después de años de nuevas plantaciones, experimentará una reducción significativa.