Para la empresa francesa 888 Fruit Company, con sede en el mercado mayorista de Rungis, acaba de arrancar la temporada de calabaza sudafricana. El holandés Nico Schaft llevó las primeras semillas de calabaza a Sudáfrica hace veinte años y ese trabajo pionero literalmente dio sus frutos, y además grandes. "Suministramos todo el surtido de calabazas Butternut, Hokkaido y Muscat".
"Desde ahora hasta finales de junio, recibimos llegadas semanales desde Sudáfrica. Aún hay calabazas de las cosechas portuguesa y francesa en el mercado, pero estas vienen de las cámaras frigoríficas y el mercado ya está listo nuevamente para los productos frescos. Llevará un tiempo acostumbrarse al precio, porque el precio de las calabazas portuguesas y francesas es de alrededor de 50 céntimos y las sudafricanas deberían pagarse a 1 euro, porque el mercado sudafricano local también es bastante fuerte", explica Nico.
El año pasado fue un año razonablemente bueno para las calabazas, pero también fue una reacción a la desastrosa temporada anterior. "Hace dos años, todo el mundo quiso probar este mercado, por lo que varios actores perdieron mucho dinero. Esta situación hizo que se despejara el mercado el año pasado. Para este año soy positivo, aunque el coronavirus influye mucho en las ventas en Europa. También aquí en Francia los mercados están mucho más tranquilos, porque la gente se queda en casa".
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Nico Schaft
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