"Durante alrededor de dos meses he estado comercializando pepinos de la agricultura ecológica, pero debo decir que este producto ha fracasado por la llegada de otros cultivares similares, como el Carousel, desde luego más apreciado en el mercado porque es más digerible", según un empresario agrícola de la provincia de Matera (Basilicata).
"Los pepinos ya no despiertan ningún interés, pese a ser una planta muy productiva. Solo en la última semana, tres palés se han quedado sin vender en los mercados hortofrutícolas de Bari y Taranto. En las dos últimas campañas, he hecho dos intentos de conservar la producción y también de comprender si la tendencia comercial podría cambiar, pero ambos han dado resultados negativos.
El primero consistía en posponer el trasplante para poder cosechar a partir de septiembre, mientras que el otro, después de un buen comienzo, me permitía llegar a los mercados de abril en adelante".
"Con el paso de los años, he notado una demanda de pepinos cada vez más baja y un crecimiento, por el contrario, de las variedades Carosello y Barattiere, que cultivo y vendo por 0,70-0,80 €/kg, en comparación con los 0,40-0,45 de los pepinos estándares. El año que viene llevo idea de destinar toda mi superficie a los productos más rentables programando su producción también durante los meses de invierno".