La transición de la producción del centro y norte de Europa a las hortalizas de las áreas de cultivo del sur del continente se va completando para las diferentes referencias. “La semana pasada se produjo el cambio a las producciones españolas de pimiento, mientras que la transición a la temporada de pepino en Almería se completó hace tres semanas aproximadamente”, explica Antonio Ruiz, director comercial de la cooperativa almeriense Murgiverde. “Afortunadamente, Países Bajos ha terminado ya, porque cuando se solapan las producciones holandesas y las de Almería suele haber mucha variabilidad en los pedidos”.
Los pepinos, los pimientos tipo California y el pimiento Sweet Palermo son los principales productos de esta empresa localizada en el poniente de la provincia, que cultiva, elabora y comercializa la totalidad de su gama, en la que además se incluyen calabacines, berenjenas, tomates, pimientos picantes, pimientos Sweet Bite, melones y sandías.
“La superficie de pimiento ha subido esta campaña en los invernaderos de la provincia, aunque hasta el momento ese incremento no se está notando en el volumen producido. El mes de octubre ha tenido las temperaturas más bajas de los últimos tres años, tanto las máximas como las mínimas, y la producción se ha ralentizado”, indica Antonio. “El área de pepino se ha mantenido, al igual que la de calabacín, pero ha habido una incidencia considerable de virosis este año, especialmente en las cucurbitáceas, que ha mermado un 10-15% la producción. Eso, junto con una mayor demanda, ha mantenido los precios más altos de lo normal para esta época del año”, sostiene. “El coronavirus también ha tenido parte de influencia en esto”.
Y es que, como señala el director comercial, la crisis sanitaria causada por la COVID-19 ha roto los ritmos y el comportamiento de la demanda. “Las grandes superficies no quieren verse desabastecidas, a veces piden más de lo que realmente se necesita y luego dejan de hacer pedidos”, lamenta Antonio. “Toda la demanda se está realizando totalmente a través de la gran distribución porque, con la pérdida del canal horeca, el mercado ha perdido su estructura comercial”.
Sin embargo, la incertidumbre en la demanda no será el único desafío asociado al coronavirus esta campaña. “Nosotros, como empresa, también nos enfrentamos a sus consecuencias. Tenemos que luchar con altos niveles de absentismo entre el personal. Además, no podemos tener toda la capacidad productiva al máximo al cumplir las medidas de distanciamiento personal y todas las restricciones que hay fruto de la COVID”, detalla. “A partir de las próximas semanas empieza la campaña de Navidad. No creo que la demanda se resienta porque, aunque en el caso de confinamiento no se pueda comer en los restaurantes, la gente seguirá consumiendo en casa, pero sí podríamos encontrarnos con dificultades en nuestra capacidad de producción”, subraya Antonio.
No obstante, los cinco centros de manipulado que Murgiverde posee en varias ubicaciones en la provincia de Almería le proporcionan una gran flexibilidad y capacidad de respuesta. “En estos momentos, es nuestra gran ventaja”, asegura Antonio.
“En 2021, el 50% de nuestra producción será bío”
Murgiverde ha realizado una gran apuesta por la horticultura ecológica y por el empleo de la lucha integrada en sus producciones, siendo el mayor productor de productos bío actualmente en Almería. “De las 1.800 hectáreas de las que disponemos, 700 de ellas se destinan al cultivo de hortalizas bío”, señala Antonio. “Esto nos permite ofrecer casi todos los artículos bío los 12 meses del año”.
De hecho, la cooperativa prevé que el próximo año el 50% de su producción pertenecerá a este segmento. “El sector ecológico ha crecido mucho en los últimos años a la vez que el consumo de estos productos, principalmente en Alemania, Dinamarca, Suecia, Suiza y Austria. Además, países que no son consumidores de bío, como Francia, Reino Unido o Países Bajos, se están incorporando a este mercado”.
Dando un paso más por crecer y diferenciarse en la producción ecológica de calidad, la empresa ha fijado su objetivo en la producción Demeter. “Apostamos por esta certificación hace 3 años. Ahora mismo tenemos 30 hectáreas, pero si todo va en orden podremos superar las 100 hectáreas al final del año que viene”.
El brexit, cada vez más cerca
Murgiverde está presente en toda Europa, Europa del Este y en diferentes destinos de ultramar como Norteamérica. A partir del 1 de enero del 2021, el brexit podría marcar un punto de inflexión en su actividad en Reino Unido. “Es un mercado importante para nosotros hacia donde enviamos en torno al 20% de nuestro volumen total”, resalta el director comercial. “Si al final se produce un brexit duro, a corto plazo tendríamos problemas asociados con las aduanas, los retrasos logísticos o los aranceles. Sin embargo, a medio plazo, si la libra baja y aumentan los costes de importación, se podrían encarecer mucho los productos y al final podríamos perder competitividad frente a países terceros”. Como puntualiza Antonio, esto podría provocar a su vez una saturación de productos en los mercados europeos, como ocurrió tras el veto ruso.
“Sería muy positivo también que el mercado norteamericano, que es un gran consumidor de productos bío, se nos abriera en fecha, ya que en pimiento no se puede empezar hasta el 1 de diciembre”, añade. La empresa destina a Estados Unidos y Canadá pimientos y pepinos bío, donde encuentran un espacio en el segmento premium frente a sus competidores, México y California, pero este, año con el encarecimiento del transporte aéreo, se prevén pocas posibilidades de exportación para estos mercados.