La primera edición de la feria Global Fruit Latam termina hoy, viernes 26 de marzo. La feria virtual cuenta con sesiones de formación y webinars, así como una zona de networking y con participantes de más de 60 países. El objetivo de la feria es conectar el sector agrícola de Latinoamérica con el mundo. Manuel Otero, director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), comparte: "La pandemia ha puesto de manifiesto la capacidad de recuperación de nuestro sector, y en Latinoamérica hemos visto una tasa de crecimiento positiva en nuestra producción: ahora representamos el 14,3% de las exportaciones mundiales".
Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario de México, afirma: "A lo largo de la feria, hemos tratado los retos a los que se enfrenta el sector agrícola en Latinoamérica y a nivel internacional, y hemos debatido sobre la sostenibilidad y la innovación. Hemos visto grandes cambios en el mundo en el último año y ahora tenemos que centrar nuestros esfuerzos en reactivar las economías de nuestros países". La senadora Beatriz Paredes concluyó las palabras de presentación del evento afirmando: "Necesitamos establecer un marco de colaboración y cooperación para que se produzcan productos de alta calidad, y para fortalecer el mercado, proporcionando constantemente los volúmenes que nuestros clientes requieren y demandan".
Andriy Yarmak y Oscar Becerril hablaron sobre las tendencias en los productos.
Desafíos en la agricultura
Durante una de las primeras sesiones, Andriy Yarmak, que es el especialista en frutas y hortalizas del Centro de Comercio e Inversiones de la FAO, habló de las 10 principales tendencias tecnológicas y de mercado que están reconfigurando el sector hortofrutícola mundial. Sin embargo, antes de exponer esas 10 tendencias, hizo un breve repaso de los principales retos a los que se enfrenta la agricultura. "El primer reto de la agricultura es, por supuesto, el carácter perecedero", afirma. "Otro problema es que se necesita mucha mano de obra, que a menudo es difícil de encontrar y puede aumentar el coste global de la producción. Luego tenemos las plagas y enfermedades, que hay que combatir mediante el uso de productos químicos, que pueden contaminar y aumentar los costes. Por último, también hay que mencionar los riesgos meteorológicos: solo en Europa se pierden 1,5 millones de toneladas de manzanas al año por culpa de los fenómenos meteorológicos", afirma.
El aspecto común de esos problemas es que todos ellos aumentan los costes del producto, lo que acaba repercutiendo en el consumidor final, haciendo que sea menos probable que compre el producto a los retailers.
Tendencias tecnológicas
La primera tendencia de la que habla Yarmak es una que lleva tiempo desarrollándose, pero que sigue aumentando y expandiéndose. "La agricultura se está desplazando poco a poco de los espacios exteriores a los interiores, ya sea en invernaderos o incluso fincas verticales. Muchos problemas se resuelven trasladando la agricultura a una producción cubierta, y mi opinión es que a (muy) largo plazo toda la agricultura estará bajo algún tipo de cubierta", comparte Yarmak. "Las próximas tendencias están todas interconectadas: digitalización, IA, drones y robotización. Cada una de esas tecnologías se basa en la otra para ayudar a que la producción sea más fácil y eficiente, así como para ayudar a reducir los costes generales y aumentar la sostenibilidad de los cultivos".
La última tendencia tecnológica de la que habla Yarmak es la de la mejora de las plantas. "Se trata de un tema bastante controvertido. Muchos consumidores expresan su preocupación al respecto y es una práctica estrictamente regulada. Pero realmente es decisivo porque nos ayuda a adaptarnos más rápidamente al cambio climático, a reducir los productos químicos y a producir plantas más sanas y resistentes", expresa Yarmak.
Tendencias del mercado
La tendencia ecológica ha crecido mucho en el último año debido a la pandemia. "Especialmente con el Pacto Verde y la iniciativa 'De la granja a la mesa' en la Unión Europea, es una tendencia que hay que contemplar, y los requisitos de los LMR probablemente serán aún más estrictos en el futuro", indica Yarmak.
Las dos siguientes tendencias se centran en zonas específicas a las que hay que prestar atención. "Asia, concretamente el sudeste asiático, sigue siendo un objetivo principal para los exportadores de productos agrícolas de todo el mundo, debido a la importante demanda. La zona busca una gran variedad de productos porque tiene una producción local limitada, y también se centra en los productos de primera calidad, lo que es muy beneficioso para los exportadores porque dichos productos también tienen muy buenos precios". La otra zona que hay que considerar es África. "África es importante como productor, concretamente como competidor de Latinoamérica. Ha habido un rápido crecimiento económico y muchos países del continente están experimentando la estabilidad. Tienen un excelente acceso al agua de alta calidad para el riego, así como excelentes condiciones meteorológicas, incluyendo muchos microclimas que les permiten producir muchos productos. También ha crecido el mercado local, y su logística es barata y rápida para destinos importantes como Oriente Medio y Asia", comparte Yarmak.
Por último, la nueva generación de consumidores está provocando cambios en el mercado. "La nueva generación ya está tomando muchas decisiones y va a cambiar la forma de hacer las cosas, pues está interesada en los productos locales y respetuosos con el medio ambiente que puedan pedirse desde sus teléfonos y entregarse en sus casas. Paralelamente a la demanda de productos locales, esta generación también piensa de forma global, y busca probar productos nuevos y exóticos, concretamente superalimentos. Además, su influencia no dejará de aumentar a medida que maduren y empiecen a ocupar una mayor parte del poder económico", agrega Yarmak.
"Cada una de esas tendencias se centra en la sostenibilidad y el ecologismo. Es muy importante que trabajemos para mantener y aumentar la producción, la calidad y la nutrición a medida que la población mundial sigue creciendo. El objetivo final es conseguir que los productos sean más asequibles y reducir el impacto en el medio ambiente", concluye Yarmak.
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