La experiencia de un productor siciliano con el cultivo de calabacines y la lucha contra el virus de Nueva Delhi

"Por fin hemos resuelto el problema del virus de Nueva Delhi en los calabacines cultivados en campo abierto", afirma Massimo Morello, propietario de la explotación que lleva su nombre, situada en Licata (AG), en Sicilia.

Massimo Morello

"Hace años que no podemos cultivar calabacines de color verde oscuro en campo abierto por culpa de este patógeno. Los calabacines solo podían cultivarse mediante costosos métodos agronómicos, exclusivamente en estructuras protegidas y convenientemente equipadas con mallas, pantallas de tejido no tejido (TNT) y otros dispositivos que necesariamente suponían una carga para las explotaciones con costes exorbitantes", añade Morello.

El calabacín es un producto bastante importante para la empresa, hasta el punto de que, de un total de 22 hectáreas, 13 se destinan a dicha referencia, 10 de las cuales, históricamente, en túneles de polietileno.

"Los túneles de polietileno son útiles para el trasplante en otoño, para asegurar la continuidad de la producción, pero esa es la única función de la estructura protegida; no servirá para proteger los calabacines contra el virus de Nueva Delhi que transmite la mosca blanca (Bemisia tabaci), y que se encuentra en todas partes, especialmente a altas temperaturas".

"Decidimos utilizar la variedad de calabacín Shiva de HM.CLAUSE para combatir el virus. Se trata de una planta cuyo acervo genético es capaz de resistir al virus, lo que permite a los agricultores cultivar en campo abierto con menos problemas".

"Nuestro cultivo en campo abierto se lleva a cabo a finales de verano (trasplante en agosto) y nació de una intuición que resultó acertada, ya que lo ideal para el calabacín Shiva es el túnel de polietileno con trasplante a finales de agosto y septiembre".

Además de calabacines, la empresa cultiva alcachofas, pimientos, melones y un tomate muy especial, una variedad clásica llamada Buttiglieddru di Licata. Es similar al Pizzutello, tiene un sabor excepcional y también está reconocido por el movimiento Slow Food y va a seguir dando mucho que hablar.