"En este momento, hay poco que ganar en el mercado de la cebolla", observa Dignus Boone, de la estación de envasado de cebollas holandesa Bowa. "Hay poca diferencia entre el precio de compra y el de venta desde hace bastante tiempo. Actualmente, gran parte de los volúmenes comercializados se destina a Polonia".
"El precio por bala, sin incluir el embalaje, está a un nivel de alrededor de 19-20 céntimos para los calibres medios, de 20 céntimos para las cebollas gruesas y de 24-25 céntimos para las cebollas supergrandes. El nivel de exportaciones es bajo en estos momentos. Muchas empresas envasadoras cierran en el puente del Día de la Ascensión. La pregunta es si el comercio se recuperará la semana que viene".
"No es que no partan camiones hacia Europa del Este, pero las exportaciones sobre la base de 22 toneladas en un camión siempre son menores que las de 2.000 palés en un solo barco. Además, muchas cebollas se envían actualmente en envases pequeños. Todas las empresas envasadoras estamos ocupadas, pero no estamos facturando grandes cantidades", explica Dignus. "La calidad de nuestras cebollas es razonable, aunque varía mucho según lote".
Para muchos productores, las lluvias llegaron justo a tiempo esta semana. "Aunque las cebollas en el campo necesitaban el agua de la lluvia, se ven bien. Por eso no entiendo que el precio del producto recién cosechado alcance los 18 céntimos en estos momentos. En cualquier caso, nosotros somos cautelosos y no estamos dispuestos a pagar este precio ahora mismo", concluye Dignus.
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Dignus Boone
Bowa
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