En Cataluña, se estima que las heladas de la borrasca Ciril –el peor fenómeno meteorológico de carácter puntual sufrido por el campo español a lo largo de los 42 años de historia del seguro agrario, de acuerdo con Agroseguro– ha hecho caer la cosecha de fruta en las comarcas catalanas un 69%.
“El cambio climático es una realidad, y los seguros agrarios tienen que adaptarse a ella”, afirma Sergi Balué, responsable de Fruta Dulce de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC). “Desde JARC y a través de COAG, la coordinadora que nos representa a nivel nacional, hemos presionado para que se mejoren las condiciones de las pólizas por el frío, para que sean asumibles y los agricultores puedan asegurar su producción”.
“En todo caso, para esta campaña, lo más urgente era obtener ayuda directa para los profesionales agrarios afectados por las heladas, con el fin de que puedan mantener sus explotaciones y los puestos de trabajo. Junto con el resto de los integrantes de la Mesa Agraria logramos el compromiso del Departament d’Acció Climàtica de asumir el 50% de los máximos establecidos por la Unión Europea, en estos casos. El otro 50% correrá a cargo del Ministerio de Agricultura”.
“Participamos en las comisiones de trabajo, que, en las próximas semanas, y a partir de los datos reales finales de la cosecha y la afectación por tipo de cultivo, concretarán los detalles y el importe global de estas ayudas, por lo que nos mantenemos a la expectativa sobre cómo serán las ayudas que tanto necesitan estos productores”.
“Habíamos puesto otras propuestas sobre la mesa como exenciones fiscales en el IRPF o las cuotas de la seguridad social, y que el Departamento asuma parte del 30% de la franquicia por el seguro por el frío, y continuaremos presionando, para que se pongan en marcha estas medidas de apoyo. Además de que los seguros agrarios por frío tendrían que cubrir las afectaciones reales, como ocurre con los daños por granizo”.
“El sector frutícola necesita cambios, precios dignos, que no tengamos que entregar la fruta sin saber cuánto y cuándo cobraremos. Ya tenemos una ley que debería proteger a los productores del sector primario, ahora solo falta que se cumpla y no se acabe vendiendo por debajo del precio de coste. Los gobiernos van a tener que tomar medidas urgentes, si queremos que el modelo de las pymes profesionales continúe”.
“Falta relevo generacional y la única manera de conseguir que se incorporen las nuevas generaciones es que las empresas sean rentables”.
“De ello depende el futuro del sector y nuestra soberanía alimentaria, que podamos seguir produciendo frutas de calidad, cuidando nuestro entorno, contribuyendo a minimizar los incendios, generando riqueza y dinamizando el tejido económico y social de las zonas rurales”.
Fuente: interempresas.net