La cosecha estival de coliflor en Lincolnshire lleva en marcha desde principios de junio. Según Shane Talling, director de Negocio y Desarrollo en Veg UK, la disponibilidad ha sufrido altibajos debido a las condiciones meteorológicas y ha que se ha cultivado menos superficie a causa de los costes.
"Ha hecho un tiempo muy seco, pese a que el producto presenta muy buena calidad. Hace unos 10 o 14 días, tuvimos una ola de mucho calor y sequedad que provocó algunos daños en el cultivo, pero la calidad ha mejorado desde entonces".
La demanda también ha sido un poco inestable y, como indica Shane, la actividad comercial exige mucho esfuerzo en estos momentos.
"Suministramos principalmente al sector de la restauración, que está viviendo un momento difícil por la falta de personal y el aumento de los costes, Muchos restaurantes permanecen cerrados al inicio de la semana por carecer de personal, y reabren cara el fin de semana. Cada semana hay un patrón distinto para el comercio. Parece que hay que pelear cada pedido ahora mismo, y el transporte también es muy difícil y muy caro".
Dado que los consumidores están viendo subir sus gastos semanales, comen menos fuera y cocinan más en casa o piden comida para llevar. Están más acostumbrados a esto desde los confinamientos por la COVID.
"La exportación ha mejorado levemente, pero aún hay mucho papeleo y confusión en los diferentes países europeos en cuanto a los documentos que hacen falta. Parece que cada país tiene unas necesidades propias. El transporte a Europa cuesta ahora más de 1.000 euros más que el año pasado.
"En general, es complicado. A veces le ofrecemos al productor el precio de mercado, pero no puede producir a ese coste. Con la inflación, el incremento de los precios de la energía y la guerra en Ucrania, no vemos que la situación vaya a mejorar en el corto plazo, lamentablemente".
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Shane Talling
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