La explotación hortícola de la familia Reymers, que empezó a funcionar en 1904, está situada en Buchholz, en la región de Nordheide, cerca de Hamburgo. La empresa la dirige Dierk Reymers, mientras que su hermano Jan Reymers se encarga de la gestión del puesto de venta al por mayor en Hamburgo. Hablamos in situ con Jan Reymers sobre la situación actual de la lechuga iceberg.
Jan Reymers
Buena demanda, pero mucha competencia
"En unas 170 hectáreas, mi hermano cultiva lechuga iceberg, lechuga romana, lechugas de colores como Lollo Rosso y Lollo Bionda, coliflor, colinabo, col china, brócoli y calabacín, entre otras cosas. Suministramos estos productos a varios almacenes centrales de Edeka, así como a los clientes del mercado mayorista y a distribuidores que venden los productos a restaurantes y pequeños minoristas", explica Reymers. Sus productos también se venden a procesadores de conveniencia, a quienes les interesan sobre todo las lechugas Lollo.
En verano, dice, la competencia en el sector de la lechuga iceberg proviene sobre todo de los Países Bajos, aunque su mercancía ya no es tan barata como antes debido al aumento de los precios de la logística. La demanda de lechuga iceberg es buena, dice, aunque también hay mucho producto disponible en el mercado en este momento, lo que ejerce cierta presión sobre el precio. "Somos conocidos por nuestra lechuga iceberg, por lo que muchos clientes acuden a nosotros explícitamente por este producto. Las calidades son buenas, aunque podrían ser un poco mejores, ya que el tiempo últimamente ha sido un poco seco. No obstante, estamos regando las lechugas lo mejor que podemos".
Tensión como consecuencia de los costes de cultivo
Aunque Reymers no ha podido aún dar cifras concretas sobre el aumento del precio de la lechuga iceberg, dice que era de esperar un incremento, sobre todo porque el coste de los fertilizantes, así como los pesticidas, ha subido hasta un 50% y el de los envases un 30-40%. "Son factores pequeños, pero tendrán un efecto acumulativo en el producto". En cualquier caso, advierte, cabe esperar un aumento de los costes de producción y cultivo.
"He oído decir a mis colegas del Palatinado que están estudiando la posibilidad de buscar más salidas para los rábanos sueltos en el futuro", afirma. Al fin y al cabo, el producto a granel requiere mucha mano de obra y, por tanto, también genera costes. Sin embargo, el comercio siempre ha apostado firmemente por los rábanos en manojos. En general, no obstante, observo que el estado de ánimo en todo el sector es algo tenso en vista de la situación de los costes", concluye Reymers.
Para más información:
Jan Reymers
Gemüsehandel Reymers GmbH
Großmarkt Hamburg, Gang K, 398 - 399
Banksstraße 28
20097 Hamburgo, Alemania
Tel.: +49 40 32870877
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