Fleuron d'Anjou continúa su temporada de calabazas, que comenzó a principios de septiembre. Cosechadas a finales de agosto, su consumo alcanza su máximo en noviembre. "La calabaza es una verdura muy popular cuando hace frío. Al principio de la campaña, el tiempo no favorecía las ventas, pero ahora que los días son más cortos y frescos, el mercado se asienta y el consumo empieza a despuntar", afirma Brahim El Hasnaoui, director comercial de Fleuron d'Anjou. La cooperativa de Anjou produce cada año cerca de 1.000 toneladas de calabaza Potimarrón y calabaza Cacahuete. La calabaza Jack Be Little, la Patisson y la Patidou completan la gama en cantidades más pequeñas. 
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La calabaza: un producto de moda
El consumo sigue creciendo y aumenta cada año. "Desde hace algún tiempo, la calabaza está de moda entre los consumidores. Al igual que las hortalizas de raíz, vuelven a estar de moda y forman parte de la tendencia del consumo local y de temporada".
Un producto local de temporada "perfecto para dinamizar los estantes en otoño". Un periodo en el que los distribuidores despliegan grandes operaciones para estimular el consumo, como la Semana del Sabor. "Y nuestra ventaja es que hay pocas oferta en el mercado francés en ese momento".
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Calabaza Cacahuete: una verdura en alza
Gratinada, en sopa o en puré, la calabaza Cacahuete se puede cocinar de muchas formas. Una versatilidad que atrae, al igual que su sabor a avellana. "Hace unos años, esta calabaza apenas representaba el 10% de las ventas, mientras que hoy está alcanzando a la Potimarrón. Sigue beneficiándose del aspecto del descubrimiento, a diferencia de la Potimarrón, que es un producto ya bien consolidado en el mercado". Un interés creciente que le permite a la cooperativa ganar nuevos consumidores cada año. 
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Brahim El Hasnaoui
Fleuron d’Anjou
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