"La cosecha de 2022 de castañas está llegando a su fin. Hay una cantidad nunca antes vista y los calibres son medianos-grandes. Hemos vuelto a los rendimientos de antes de la introducción de la avispilla del castaño. Pero lo sorprendente de este año es que se está produciendo la combinación de grandes volúmenes y grandes calibres", dice Renzo Panzacchi, presidente del Consorcio de los Productores de Castañas de los Apeninos boloñeses.
Renzo Panzacchi
"Es una situación anómala en todos los frentes. El período de cosecha se ha reducido a poco más de dos semanas, casi una semana menos de lo normal. Y las temperaturas son altas, favoreciendo más las ventas de fruta de verano que de otoño. Esto está provocando un actitud de espera en el mercado".
La máquina que aspira los erizos
Los precios al productor se ven afectados por esta combinación de factores. En pocos días, los mayoristas tenían muchas castañas sin vender en el mercado de Bolonia. "Las castañas se pagaban a 7, 5 y 3 euros/kg según el tamaño. De todas formas, son cifras razonables. También en las fiestas de los pueblos los precios son buenos, pero la gente no compra grandes cantidades".
Mallas para la recogida de castañas en los Apeninos boloñeses
Los productores también se enfrentan al problema de falta de mano de obra. "Esto ha llevado a mayores inversiones en mecanización, con la compra de máquinas aspiradoras. También hay quienes han tendido mallas debajo de todo el castañar para facilitar la recolección. Y, con las mallas adecuadas, se puede impedir que las larvas de las polillas de las castañas lleguen al terreno".