"Al sector de la exportación de cebollas le resulta cada vez más difícil ofrecer a los productores los precios que desean, al encontrarse estos en constante aumento. Los precios de compra se mantuvieron estables durante mucho tiempo, con una ligera tendencia al alza, pero ahora, los productores tratan de subirlos de una semana a otra. Los sacos de cebollas grandes se están vendiendo a unos 0,38 o 0,39 euros, y las súper a entre 0,40 y 0,41 euros. En general, estos son precios considerables para nuestros compradores globales", dice Tim van Haandel, de la empresa holandesa Mulder Onions.
"Las cebollas siguen teniendo salida, pero estos precios tan altos han frenado las exportaciones. Senegal fijó un precio máximo hace dos semanas, lo cual afectó inmediatamente a las exportaciones. No hemos exportado cebollas allí desde hace semana y media. Desde entonces, el precio máximo se ha vuelto a ajustar al alza, aunque eso no nos ayuda mucho, no con la actual subida de precios".
"Las exportaciones a Extremo Oriente han sido algo flojas desde el comienzo de la temporada. Allí existe bastante competencia por parte, sobre todo, de los exportadores chinos. En Europa hay demanda, pero no estamos recibiendo muchos pedidos. Países como Polonia o la República Checa nos contactan para solicitar información, pero nuestras cebollas tienen un precio más alto que su producto local, por lo que prefieren seguir tirando con las existencias que les quedan de dicho producto local", concluye Tim.
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Tim van Haandel
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