El calendario escolar en Sudáfrica comienza a principios de enero, por lo que los sudafricanos gastan su dinero en uniformes y artículos de papelería, y en consecuencia esta es siempre una época del año muy difícil para las ventas de tomates.
El año pasado por estas fechas se produjo una escasez de tomates como consecuencia de las fuertes lluvias que redujeron la disponibilidad, y aunque actualmente el mercado del tomate parece muy diferente, AMT Trends hablaba la pasada semana de un posible fuerte aumento de los precios del tomate en un futuro próximo, de nuevo como consecuencia de los daños causados por la lluvia y el granizo.
Actualmente el mercado del tomate está lleno, pero hay poco poder adquisitivo (un agente del mercado de Johannesburgo afirma que los mercados de tomates cóctel apenas se mueven), lo que ejerce presión sobre los precios.
El precio medio ha tendido a la baja hasta situarse entre 7 rands (0,38 euros) y 9 rands (0,49 euros) por kilogramo. El año pasado llegó a alcanzar los 12 rands (0,67 euros) por kilo a principios de año.
"Ha habido un aumento espectacular de la oferta de tomates tras la escasez del año pasado y los consiguientes precios altos, pues los agricultores plantaron más tomates para lo que ellos percibían como un mercado escaso, y ahora se ha vuelto al revés", expresa un comerciante de tomates. "Los que han plantado más van a tener problemas".
El exceso de carga es un trago amargo para todos los participantes de la cadena.
Los agricultores tienen dificultades para completar sus programas de riego y los costes de los generadores diésel generan muchos gastos adicionales en un momento de inflación generalizada de los precios.