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Marcelo Rodríguez, director de Coagrisan: “Para que el tomate canario siga teniendo futuro tendremos que centrarnos en el invierno”

“En Canarias nos están pidiendo tomates de todos lados”

Los mercados europeos están viviendo una situación tensa desde hace varias semanas en las que la oferta de hortalizas españolas, incluyendo la de tomates, ha estado bajo presión por los efectos de las bajas temperaturas en el sur del continente.

“Nos están pidiendo tomates de todos lados”, confirma Marcelo Rodríguez Quintana, director general de la cooperativa agrícola canaria Coagrisan, “pero hasta nosotros estamos desabastecidos porque aquí la climatología también ha sido adversa”.

“Y no solo porque el propio clima nos haya afectado directamente, sino porque ha favorecido la aparición de mildiu. Las temperaturas desde finales de septiembre han sido altas, al igual que las humedades, y hemos estado casi 3 meses sin viento, y el hongo ha afectado a un 25% de la producción que teníamos hasta el momento. De hecho, hemos tenido que arrancar unas 20 hectáreas de tomate”.

Este ya es el segundo año no consecutivo que en la isla de Gran Canaria registran brotes importantes de mildiu, y los agricultores se están viendo cada vez con menos armas para luchar no solo contra enfermedad, comenta Marcelo. “Estoy totalmente de acuerdo en que hay que ir hacia una agricultura más verde; aquí en Coagrisan llevamos años utilizando el control integrado de plagas y enfermedades, pero vemos cómo desde Europa se está restringiendo cada vez más el uso de productos fitosanitarios y de materias activas, y al mismo tiempo se limita el número de aplicaciones por campaña. Al final, enfermedades o plagas como mildiu o la araña microscópica, que antes no eran un problema, podrían comenzar a serlo”.

“Sin embargo, como cooperativa, en Coagrisan seguimos pensando que el tomate en Canarias es uno de los cultivos más rentables que hay. Sí es verdad que necesitamos una serie de ayudas o compensaciones como la del transporte –que son del 75%, cuando deberían ser del 100%– para llevar los tomates a la península, concretamente al puerto de Cádiz, porque estamos más alejados de Europa y reconocidos como región ultraperiférica. Gracias a ellas podemos mantener la competitividad frente a las importaciones de Marruecos o Turquía, que no pertenecen a Europa y no se rigen por nuestras normas, y que por tanto producen mucho más barato que nosotros; lo que allí pagan por un día de trabajo, aquí lo pagamos por unas horas y los dos productos llegan al final al mismo lineal. Y hay que recordar”, remarca Marcelo, “que el 60% del coste de producción de un kilo de tomate se lo lleva la mano de obra. Al mismo tiempo, en esos países no se cumple con las normativas de calidad, sostenibilidad ambiental, políticas sociales y sanidad alimentaria tan demandadas en Europa".

“Pero para que el cultivo del tomate para exportación en Canarias tenga futuro tendremos que centrarnos en el invierno. Nuestras producciones tendrían que estar enfocadas en los meses de noviembre a abril, que es cuando podemos competir con los tomates del resto de zonas productoras porque tenemos la ventaja de contar con una climatología más benigna”. Este año, de hecho, se han vuelto a repetir imágenes de lineales vacíos en Europa por una ola de frío que ha hecho temblar a Europa a muchos niveles. “Deberíamos aprovechar ese nicho con variedades más productivas, pero siempre del tipo de tomate canario”.

“Es una pena que no se haya defendido mejor en ese nombre”, recuerda Marcelo. Y es que, a pesar de que la producción de tomates haya experimentado una caída notable en los últimos años en las islas –solo entre 2015 y 2021 bajó de más de 95.400 toneladas a menos de 54.000 de acuerdo con cifras del MAPA–, y el Gobierno canario siga activando ayudas para la reconversión de las fincas tomateras, el tomate de Canarias ha tenido tal peso en el mercado europeo de exportación que ha dejado incluso un nombre propio. Hoy en día, en lineales de todo el continente se puede encontrar “tomate canario” sin que, lamentablemente, provenga de los invernaderos del archipiélago.

“Deberíamos luchar por conseguir una IGP para que el nombre de ‘tomate canario’ que se utiliza para designar al tomate redondo, tan apreciado por los clientes y los consumidores, solo pudiera utilizarse para el que realmente se cultiva en Canarias”.

Para más información:
Coagrisan
C/ María Eugenia Márquez Rodríguez, 4
35470 La Aldea de San Nicolás
Las Palmas (Islas Canarias)
Tel.: + 34 928 890 955
https://coagrisan.es/