La temporada de frutas y hortalizas tempranas en Marruecos está llegando a su fin. Productores y exportadores lamentan un año difícil, marcado por las malas condiciones meteorológicas, la crisis del agua, el aumento general de los costes y la prohibición de producir algunos productos o exportar otros.
Asmaa Baibane, directora de exportación del centro de envasado BL Agri, en Agadir, declara: "En general, el año ha sido difícil, con una sequía grave y malas condiciones meteorológicas. Esto ha repercutido directamente en los volúmenes de las cosechas tempranas, que son inferiores a los del año anterior". BL Agri exporta principalmente pimientos picantes, pimientos dulces, calabacines, pepinos y judías verdes a clientes de España, Polonia, Reino Unido, Francia y Alemania.
El alcance del descenso difiere de un producto a otro, desde el 25% en todas las variedades de tomate hasta el 60% en los cítricos. Algunas variedades están más afectadas, como los tomates en rama, cuyos volúmenes han bajado un 60%, o las Nadorcott, que han caído entre un 40 y un 60%, según fuentes de los productores.
El final de la temporada temprana anuncia el comienzo de la temporada de frutas de verano, incluidas las sandías y los melones, pero también en este sector la temporada se prevé difícil: "La producción de sandías se ha prohibido en la provincia de Tata, y se ha limitado a la provincia de Zagora, lo que ha provocado un descenso de los volúmenes de estos productos también".
La fuerte demanda, sin embargo, ha mitigado las pérdidas, explica Baibane: "Hemos tenido una gran demanda de hortalizas por parte de Europa occidental. El Reino Unido también aumenta cada vez más su demanda. Debido a la escasa oferta, los precios han subido más que el año anterior".
Los clientes europeos han compensado los menores volúmenes marroquíes con otros orígenes, como los Países Bajos, España y Turquía, concluye Baibane.
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