La situación en el mercado del melón es bastante complicada este año. "Gracias a la estrecha relación que mantenemos con nuestro proveedor español Amador, seguimos recibiendo Piel de Sapo y sandías, pero la oferta es muy limitada y además no es barata", afirma Willem Dijk junior, de Willem Dijk AGF, con sede en Enschede.
"Además, solo hay disponibles tamaños pequeños. Para los pocos calibres grandes que hay, el precio sube enseguida unos cuantos céntimos, y el entusiasmo de los clientes se diluye. Los clientes extranjeros, en particular, están optando más por las sandías italianas y griegas. Estas también están relativamente caras para esta época del año, pero no tanto como las españolas", dice Willem.
La escasez de sandías españolas en pleno verano es, según Willem, algo extremadamente raro. "Hasta hace cinco años, los exportadores españoles solían convocar a todos los comerciantes holandeses en esta época para cargar melones. El ritmo se había ralentizado un poco en los últimos años, pero este año la situación ha dado un giro muy extremo. Incluso en España, hay muchos supermercados que no tienen melones. La situación ha estado mejorando un poco durante estos últimos días, pero sigue reinando el pesimismo de cara a los resultados finales de la temporada".
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