La oferta de cítricos en Europa continúa estando por encima de la demanda, con un aumento notable de la producción española en mandarinas que ha chocado de lleno con volúmenes mayores de Marruecos y Turquía. En cuanto a las naranjas, se prevé que Egipto siga dominando hasta que termine la temporada del hemisferio norte.
"Cada vez hay más producción en España y más variedades que entran en juego en el mercado de las mandarinas a partir de mediados de enero. Los volúmenes de mandarina son notablemente mayores este año, por lo que es normal que los precios estén ajustándose incluso para las variedades protegidas con más valor, que a pesar de todo siguen siendo rentables", explica David Usó, del departamento comercial de Frutinter.
Además, este año las variedades de mandarina se han ido solapando desde que se alargó la campaña de Clemenules. "Está siendo un año cálido y seco, con pocas lluvias que provocan mermas de producción en alguna variedad, lo que ha alargado sus cosechas mucho más de lo habitual", añade.
"No obstante, lo que ha agravado más la situación rompiendo el balance entre la oferta y la demanda en Europa ha sido la entrada masiva de fruta de Marruecos y Turquía, países que continúan incrementando sus exportaciones y que este año han encontrado más espacio en los mercados europeos a raíz del conflicto en el mar Rojo", señala David Usó. "Esperamos que a partir de abril haya menos presión de oferta para nuestras mandarinas".
También en la naranja, de la que se predecían menores volúmenes en España por la sequía, los resultados están siendo muy diferentes a los previstos al inicio de la temporada. De acuerdo con el comercial de Frutinter, "ha habido sensación de sobreoferta durante casi toda la campaña y los precios en la industria bajaron muy rápido. Pero sin duda, el efecto de la naranja egipcia ha sido devastador y clave para que los precios se hundan. Cada vez ocupan más espacio en Europa, a través de Países Bajos principalmente, con una calidad correcta y apta, al contrario de lo que muchos puedan pensar".
"Nunca seré partidario de que se prohíban las importaciones de terceros países, pero sí creo que deberían aplicarse mayores barreras de tipo arancelario y antidumping para proteger a la producción europea, o las consecuencias podrían ser nefastas", sostiene David Usó. "Parece que el hueco exportador para la mandarina y la naranja española se va reduciendo y vamos perdiendo competitividad en la segunda parte de campaña. Ahora España parece tener más espacio en la primera parte, con las Clemenules y Navelinas".
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