La intensa granizada que descargó en el norte de Cáceres, en diversas zonas productoras de cereza del Valle del Jerte, no tendrá un impacto importante a nivel general, en la cosecha de la campaña de este año, que arrancará alrededor de finales de abril.
Se trata de un perímetro de alrededor de 3.500 hectáreas en diversas localidades, principalmente en Tornavacas, Jerte, Cabezuela del Valle, Jaraíz, Garganta la Olla y Cuacos de Yuste, aunque los daños han sido muy localizados y, en general, se habla de entre un 5 y un 10% de pérdida de flores por el impacto del granizo en plena fase de floración.
"Habrá explotaciones en las que se habrá notado más el impacto del granizo, ya que se trata de daños muy puntuales y localizados, donde se han visto flores caídas y ramas rotas. No obstante, de cara al global de la campaña, no creemos que este fenómeno tenga un gran impacto", cuenta Mónica Tierno, directora general de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, que engloba una producción de alrededor de 20 millones de kilos de cereza anuales.
También cabe señalar las nevadas en algunas localidades con más altitud. "Aunque siempre sería preferible tener temperaturas suaves que serían muy propicias para el desarrollo de la fase de cuaje y engorde de la fruta, estamos tranquilos de que cuando nieva, sabemos que al menos ya no corremos riesgos de heladas", señala Mónica Tierno. "Hay zonas en las que la fase de floración ya ha terminado".
Todavía queda reciente el mal sabor de boca que dejaron las abundantes lluvias de la campaña pasada, que echaron a perder más de la mitad de la cosecha. "De momento, salvo estos pequeños contratiempos, los pronósticos para la próxima campaña siguen siendo muy buenos y esperamos que se cumplan", confía la directora general de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte.
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Mónica Tierno Díaz
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