Desde principios de mayo, las sandías de origen español se han unido a las marroquíes en los lineales, ya presentes desde febrero/marzo. Estas campañas se han visto obstaculizadas por la falta de consumo: "El mal tiempo no nos ha permitido hacer una buena campaña. Como las sandías dependen especialmente del clima, las ventas fueron bastante lentas en el primer trimestre. Además, la coyuntura económica pesa mucho sobre el poder adquisitivo. A partir de la tercera semana del mes se observa una fuerte ralentización de las ventas. Además, (leyenda urbana o no) también se dice que los próximos años no serán buenos para las frutas y hortalizas", informa Michel Martínez, de Saint-Charles Primeurs. 
Una vez más, esto no tiene nada que ver con la calidad de los productos: "En lo que a nosotros respecta, hemos quedado bastante satisfechos con la calidad de las sandías de nuestros proveedores, tanto de Marruecos como de España. La campaña se ha visto realmente afectada por la falta de consumo, a lo que se ha sumado una oferta sobreabundante debido a que orígenes como Grecia e Italia han llegado en grandes volúmenes. Pero con temperaturas entre 3 y 4 °C por debajo de la media estacional, es justo decir que este no es precisamente un año de sandías". 
Si bien la suerte está echada para la campaña marroquí, que probablemente termine a finales de julio o principios de agosto, los españoles todavía pueden recuperar el tiempo perdido durante el periodo estival. Pero el buen tiempo debe perdurar en Francia.
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Michel Martínez
Saint-Charles Primeurs
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