La industria de alimentos congelados y procesados de Holanda ha de lidiar con el aumento de la competencia exterior. Países como España, Polonia e incluso Marruecos son prometedores en el mercado europeo. No obstante, la mayoría de cultivadores holandeses cree que pueden hacer frente a los rivales extranjeros.
Ben Messouad, de Hortica, admite que la industria está ahora más reñida. "Es cierto que países como Polonia y Marruecos han progresado de forma impresionante en el mercado", dice. "Los costes son mucho más bajos en esos países".
Aún así, no teme a la competencia. "La producción extranjera", continúa, "no es rival para los cultivos nacionales. Aquí, el control de calidad es mejor, no se andan con pequeñeces. Los consumidores saben lo que compran". Messouad cree que la seguridad alimentaria es algo que importa a los consumidores. "En los mercados extranjeros", añade, "la normativa no es tan estricta". Además, está el aspecto de la logística. "El servicio holandés es mejor, estamos mejor equipados para satisfacer la demanda".
Jean Paul Tacken, de Taco Agro, confiesa sentirse presionado por Europa del Este. “Allí los costes son menores, así que, obviamente, pueden entrar con un precio más bajo". No obstante, coincide con Ben Messouad en que "la calidad y la eficacia holandesas son mejores y las dos saldrán airosas".
Productos convencionales frente a productos ecológicos
Los alimentos ecológicos son cada vez más comunes. La gran diferencia, según los cultivadores, es el precio. "Obviamente, los productos ecológicos son mejores para el medio ambiente", dice Ben Massouad, de Hortica, “pero sigue dependiendo de los consumidores decidir si es cierto que son más saludables".
Según Jean Paul Tacken, de Taco Agro, los cultivos convencionales y los ecológicos ya no son tan diferentes. De acuerdo con la normativa de seguridad alimentaria, hay menos pesticidas permitidos, lo que obliga a los cultivadores a adquirir más consciencia sobre la forma en que cultivan. "No obstante, nunca serán intercambiables, ya que algunos fungicidas son simplemente indispensables".
Sectores cambiantes
El alcance de la industria ha disminuido. El consumo de alimentos enlatados ha descendido y el de alimentos congelados ha aumentado. Marcel van Rijsingen, de Rijko, dice que los unos le ha cedido el paso a los otros, que la localización también está cambiando. "La propia industria está cambiando, pero también se ha alejado: hacia Francia, principalmente. El cultivo allí no es más barato, pero sí más intenso". El propio Rijko se ha subido a ese tren. La empresa es activa en Holanda y también en Francia y Alemania.
Otra empresa que busca oportunidades de negocio en el extranjero es Hans van Kemenade, de Jakova. Está especializado en cebollas para la industria de alimentos procesados y deció importar sus productos desde Holanda. "A pesar de los costes del transporte es más eficaz comprarlas allí. El envasado se realiza en nuestra fábrica, donde podemos complacer los deseos del consumidor de forma más específica".
Van Kemenade ve un aumento de la producción en países como Rusia y Ucrania. "Allí es donde se lleva a cabo la acción, aunque en su mayoría actúan en los mercados locales, no compiten con los nuestros. Al menos por el momento".
Los mercados europeos han visto un aumento significativo de los alimentos congelados polacos en los últimos tiempos. Solo en junio se produjeron alrededor de 34.000 toneladas, lo que supone el 85% más que durante el mismo mes del año pasado. En términos generales, 2012 promete alcanzar una cuota mucho más alta que 2011.
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Fuente: fresh-market.pl