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EE. UU.: ¿Qué sucede si el etiquetado de OMG tiene éxito?

En Estados Unidos, cerca del 70% de los alimentos del país ya contienen algunos ingredientes modificados genéticamente, por lo que la etiqueta OMG de repente estaría presente en la mayoría de los estantes de las tiendas. ¿Cómo reaccionarían los consumidores?

Los detractores de la ingeniería genética esperan que la experiencia de Estados Unidos sea un reflejo de la europea. Los OGM son legales en el país, pero tienen que ser etiquetado y los vendedores son cautelosos con la reacción de los consumidores. Pero Estados Unidos no es Europa. Por un lado, los estadounidenses consumen OMG desde 1996, sin efectos secundarios extraños. Apenas el mes pasado, Scientific American enfatizó este punto y desacreditó "los temores infundados".

Incluso Michael Pollan está de acuerdo. "No he visto ninguna evidencia que me convenza de que hay algún peligro para la salud", dice el periodista de alimentos. A él no le gustan los OMG, y se apresura a añadir que cree que se necesitan más pruebas. Pero dice que los argumentos sobre posibles efectos en la salud se equivocan en gran medida. "No creo que esta sea una lucha de la ciencia. Creo que es una lucha por la transparencia: las personas que quieren saber de dónde vienen sus alimentos".

Otro aspecto a tener en cuenta es que Estados Unidos ya cuenta con una etiqueta "Sin OMG": ecológico. Los alimentos ecológicos no pueden contener OMG.

Los defensores del etiquetado obligatorio dicen que no es suficiente. Andrew Stout, fundador de una finca de productos ecológicos a las afueras de Seattle, dice que las personas que no tienen acceso a los alimentos ecológicos aún tienen derecho a saber si están comiendo OMG. "No hay diferencia con las etiquetas que indican que sodio, sal, aromas y colorantes artificiales y el país de origen. El consumidor busca la información y toma sus propias decisiones."

Pero la ingeniería genética es diferente. No es un ingrediente, es una técnica. Las modificaciones genéticas pueden cambiar las plantas y los animales de muchas formas: el maíz modificado para resistir un determinado herbicida no es lo mismo que el arroz que ha sido reprogramado para contener más vitamina A. Son beneficios —o riesgos— completamente diferentes. Las etiquetas obligatorias pueden confundir a los consumidores.

Los opositores dicen que el etiquetado obligatorio adicional aumentaría el precio de los alimentos en un promedio de 450 dólares al año para una familia de cuatro personas. Mientras que la Academia de Ciencias del Estado de Washington reconoce que el etiquetado podría añadir un costo y este es imposible de calcular.

Dada la prevalencia de OMG en los alimentos estadounidenses, algunas empresas pueden omitir el costo y simplemente poner la etiqueta OMG en todo. Esa opción puede llegar a ser especialmente atractiva si los consumidores no se dejan intimidar por la etiqueta.

Fuente: npr.org
Fecha de publicación: