Un equipo de científicos moldavos ha empleado la última tecnología, en concreto una tecnología in vitro de formación de características de reproducción a nivel celular.
En la Academia se han creado unas nuevas variedades de tomate mediante la exposición de células vegetales a virus y radiación, según explica la subdirectora del Instituto de Genética Vegetal, Larisa Andronik. Como resultado, las nuevas variedades de tomates obtenidas son resistentes a la sequía. Como base se tomaron muestras de tomates silvestres y de la variedad Victoria.
Mediante el cruce de estas dos variedades silvestres, se obtuvieron más de doce híbridos, diferentes en forma, color y sabor. Los científicos han seleccionado tres de las mejores para seguir regionalizando el cultivo. Las nuevas variedades producen más de 56 toneladas por hectárea, es decir, un 126% más que las variedades de base.
Se han certificado y registrado tres nuevas variedades. Según los expertos, para finales de año las variedades estarán disponibles para su cultivo comercial.