EE. UU. (Florida): Una investigación podría mejorar la distribución del producto agrícola fresco
Jeffrey Brecht, director del Instituto de Alimentos y Ciencias Agrícolas para la Distribución Alimentaria y Minorista de la UF, ha estudiado el proceso de las fresas, empezando por su recolección en los campos de Florida y California hasta su entrega a las tiendas de Illinois, Washington, Alabama y Carolina del Sur.
Los investigadores colocaron dos dispositivos identificadores de radiofrecuencia (RFID) dentro de cada palé de fresas mientras se recolectaban. Los dispositivos les permitieron registrar la temperatura de las fresas desde el campo, pasando por su prerefrigeración y el interior de los camiones (con capacidad para 28 palés), hasta los centros de distribución y, posteriormente, las tiendas.
Su teoría es que si se conoce la calidad del producto y la temperatura a la que ha estado expuesto, se puede saber qué producto repartir antes a las tiendas.
En concreto, estudiaron la teoría de “lo que primero entra, primero sale”, conocida como FIFO (first in, first out) en teoría de colas y en la industria de la distribución alimentaria, y hallaron que “lo que primero expira, primero sale” es una mejor manera de distribuir las frutas y las verduras delicadas.
Las compañías normalmente miden la temperatura de todo el camión, pero Brecht explica que los palés individuales pueden sufrir grandes variaciones de temperatura, dependiendo de en qué momento del día se recolectaron las frutas e incluso de su posición en el camión. Las fresas recogidas con el frescor de la mañana y colocadas en un camión frigorífico permanecerán más tiempo frescas que las que se recolectan con el calor de la tarde.
Brecht asegura que, en condiciones perfectas, las fresas pueden mantener una buena calidad hasta 14 días, basándose en la escala de aceptabilidad que utilizan los investigadores. En condiciones inferiores a las perfectas, debido sobre todo a la falta de control de la temperatura, se reduce drásticamente la vida poscosecha de las fresas. Puede llevarles hasta cuatro días llegar desde el campo hasta la tienda entre dos puntos del país, como por ejemplo California y Carolina del Sur.
Por tanto, mantener una buena calidad, añade, ayuda a los consumidores a comprar el producto más fresco y reduce el desperdicio de alimentos.
Fuente: ufl.edu