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Informe McKinsey: “Sin algún cambio, esto sólo irá a peor”

“El 50% de los productores neerlandeses de invernadero no pueden pagar las facturas”

En estos momentos el 50% de las compañías de verduras de invernadero neerlandesas son incapaces de pagar sus facturas y otro 15% no tienen dinero para invertir en la compañía. Si el sector no cambia, el restante 35% también empezará a tener problemas. Eso es lo que muestra el informe de McKinsey & Company sobre el estado de la horticultura neerlandesa.

Es evidente que el sector de los invernaderos neerlandeses de producción de verduras no está en buena forma. Pero, ¿cuál es exactamente la situación? La compañía consultora McKinsey & Company la ha investigado para la asociación comercial hortícola LTO Glaskracht Nederland. El pasado miércoles se anunciaron los hallazgos y las cifras en dos reuniones. Económicamente, en el mercado internacional y en la cadena, la situación de las compañías de cultivo es francamente mala. “Si nada cambia, sólo irá a peor. Y el cambio no sucede por sí mismo”, apunta Nico van Ruiten, de LTO Glaskracht Nederland. Este es el motivo por el que la organización está poniendo ahora la pelota en el tejado de las organizaciones de productores y los productores. A mediados de enero tendrán que elegir: ¿debería rediseñarse el sector?


Muchos visitantes en la presentación en Zoetermeer, según lo mostrado por Jos van Kester en Twitter. Un número total de alrededor de 250 productores asistieron a las dos ponencias. La cuestión esencial ya se conocía de antemano, pero las cifras exactas hicieron muy patente la situación para los productores.

Situación económica

La salud económica de los productores de verduras de invernadero neerlandeses es deprimente, según muestra el informe McKinsey. El 50% de los productores no han tenido ingresos suficientes entre 2011 y 2014 para pagar intereses y amortizaciones. Otro 15% han logrado mantenerse al día con los intereses y las amortizaciones, pero son incapaces de invertir. Sólo el 35% de las compañías han logrado ambas cosas. El porcentaje de fondos propios de los productores se ha reducido a la mitad entre 2006 y 2013. Las razones de ello son las ampliaciones sin crecimiento de capital, las pérdidas acumuladas, la depreciación de la tierra y las inversiones sin fondos propios. Esto supone que los productores no pueden resistir muchos más golpes.

La competencia internacional
El estudio ha analizado la competencia internacional, en particular las producciones española, marroquí y neerlandesa. La producción en esos países aumenta anualmente entre un 2 y un 6%, mientras que el consumo en los principales mercados sólo aumenta un 1-2% de media. Y en cuanto al precio de coste, los Países Bajos no pueden ganar esa batalla. Los precios de coste para el mercado alemán para una caja mixta de tomates, incluidos los coste de producción, comercialización y transporte, están entre 1 y 1,10 euros en los Países Bajos en verano. Esto supone que los Países Bajos son competencia para su propio mercado. En invierno, el precio está entre 1,50 y 1,70 euros. En España esto sube a 0,90-1,00 y, en Marruecos, producir, envasar y enviar puede hacerse con entre 0,70 y 1,20 euros. “Sólo cuando algo va mal en las producciones extranjeras, los neerlandeses ven mejores precios”, aclara Van Ruite. Esto no va a cambiar porque sí. Marruecos y España están continuamente evolucionando. Las temporadas se amplían estructuralmente, la producción aumenta, el cultivo mejora y, en la comercialización, se buscan nuevos mercados como Polonia y Hungría. Es obvio: los Países Bajos no ganarán la batalla en cuanto a costes. “Además, estamos viendo un aumento en la producción local en los principales países compradores, lo que también añade un volumen extra con una buena opción de venderse en esos países”.

Una mala posición
La posición de los productores en la estructura del mercado neerlandés no da tampoco ninguna buena noticia. La actual estructura de mercado, con 15 compradores europeos que compran el 84% del producto, es mala se mire por donde se mire para los productores y buena para los compradores. Se ha desarrollado una subasta inversa, en la que los compradores pueden cambiar de proveedor sin problemas o costes.

Conclusiones
Las cifras del informe son claras y no son muy optimistas, pero, ¿alguna vez ha sido de otra forma? ¿No es esta situación una consecuencia lógica de las fuerzas del mercado? ¿No es cuestión de esperar a que la superficie de cultivo disminuya y aumente la rentabilidad? No, según Van Ruiten. Para las compañías de cultivo ahora es imposible dejar el mercado. Las compañías están ahogándose, motivo por el que los productores no pueden simplemente detener su actividad. Y cuando una compañía al final entra en quiebra, esto no tiene influencia sobre la superficie. Vender la compañía a bajo precio sólo causa una bajada del precio de coste medio y sólo hace que más compañías se vean en problemas. “Los primeros signos son visibles”, aclara Van Ruiten. “El año pasado, las compañías se fueron a la quiebra, pero la superficie sigue siendo la misma. Las compañías que están bien ahora también tendrán problemas en el futro por esto”.

Ninguna solución por el momento
Y, ¿ahora qué? Esa es la pregunta planteada por LTO Glaskracht a los productores y a las organizaciones de productores. Problemas urgentes, que tienen que resolverse este año, son los picos de suministro que causan precios más bajos y la falta de una estrategia de salida para los productores, según Van Ruiten. En un poco más a largo plazo, en los próximos años, el sector tendrá que reformarse. ¿Quiere cooperar el sector? Eso es algo en lo que tienen que pensar los productores durante la cena de Navidad. A mediados de enero, se celebrará una reunión de seguimiento con las organizaciones de productores. Los productores libres también pueden sumarse a la iniciativa. Si una gran parte del sector se compromete, se anunciará un plan para reformar el sector en nueve semanas. Porque, enfatiza Van Ruiten, todavía no existe un plan así. “Los productores, los emprendedores, tendrán que reinventar el sector. No hay una solución prefabricada para esto”. Hay ideas y actitudes, como trabajar en inteligencia de mercado de forma precompetitiva (información sobre el mercado y las preferencias de los consumidores en diferentes países), marcado corporativo del producto neerlandés, el aumento de la transparencia entre precio y volumen. “Tendrá que analizarse cómo se dará forma a estas cosas y cómo encajarán en las normativas, pero uno solo no puede hacer cosas como estas. Y si no hacemos nada, no cambiará nada y todo irá a peor”.

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