La lechuga de Rutgers no es ese complemento acuoso e insípido de un sándwich que forma parte de la dieta de la mayoría de personas. En lugar de ello, el equipo de investigación uso la tecnología de cultivo de tejidos para crear una planta de hoja roja, colorida y con poder nutricional que llaman lechuga Rutgers Scarlet.
La nueva lechuga tiene más antioxidantes y polifenoles, que están asociados con la prevención del cáncer y de las enfermedades cardiovasculares, que los arándanos. Tiene un alto contenido de fibra y es baja en calorías, según los científicos.
Lo más importante es que tiene un buen sabor, al menos en opinión del distinguido profesor de Rutgers Ilya Raskin, quien dirigió el proyecto para desarrollar la superlechuga.
Con apoyo del Instituto Nacional de Salud, Raskin y su equipo de la Facultad de Ciencias Ambientales y Biológicas comenzó hace unos tres años a comprobar si podían aumentar las propiedades saludables de este vegetal a través de la "mejora nutricional".
Escogieron la lechuga porque es un "vehículo ideal", ya que es una de las verduras más consumidas, indica Raskin. También es una planta de crecimiento rápido que puede crecer en los meses cálidos y en otros más frescos en algunas partes del país, añade.