"No hay una fecha concreta para el levantamiento de las restricciones a las importaciones de peras y manzanas", fue la respuesta que dieron los auditores brasileños a las autoridades fitosanitarias argentinas tras la reunión que mantuvieron el último viernes en las en la sede central del Senasa.
Las expectativas del sector exportador del Valle de Río Negro y Neuquén estaban puestas en la reunión bilateral que se va a celebrar a fin de mes en Brasilia, donde ambos países volverán a poner sobre la mesa sus diferencias comerciales por algunos de los productos que hoy tienen trabas para ser comercializados dentro del bloque del Mercosur. En esta agenda estaban las peras y las manzanas. Pero el dictamen técnico de la auditoria que visitó la región de producción de pomáceas entre el 7 y 17 de abril no estaría terminado hasta antes del próximo fin de semana. Por lo tanto, toda definición para la apertura de la frontera brasileña quedará, de ser aceptados los cambios y correcciones en el sistema de mitigación, para después de la reunión bilateral de fines de abril.
"La delegación brasileña nos dijo que no hay una fecha concreta para tratar este tema. Nosotros esperamos que en la primera semana de mayo tengamos noticias para poder transmitir al Valle", confió director nacional de Protección Vegetal del Senasa, Diego Quiroga, ante una consulta telefónica de este diario.
"Nuestra idea era reunirnos esta semana para avanzar con ellos en la apertura de la frontera, pero nos comunicaron que les iba a ser imposible, ya que no iban a tener finalizado el informe técnico que debían presentar ante las autoridades de Brasilia", confió el funcionario del Senasa. Todo indica entonces que podría haber alguna definición para los empresarios recién a partir de la segunda quincena de mayo.
La postergación para volver a exportar a Brasil complica aún más el negativo contexto que atraviesa la fruticultura del Valle. Son pocas las licencias que quedan en manos de las empresas argentinas y ya se está notando en la contabilidad de las frutícolas las consecuencias por el freno a las ventas en el vecino país. La falta de liquidez en todo el Valle se hace sentir. Se multiplican los cheques que dan vueltas en el mercado y con plazos para el cobro de estos documentos son cada vez más lejanos.
"Lo que no se vendió en estas semanas, se pierde. La situación es muy difícil para nosotros y, sin dudas, con el mercado brasileño cerrado, todo se complica mucho más", se quejó un exportador regional al ser consultado por el tema.
Brasil es el principal destino para la oferta exportable de pomáceas argentinas. Anualmente se orientan hacia ese mercado desde el Valle de Río Negro y Neuquén cerca de 200.000 toneladas de peras y manzanas, concentrando las primeras el 70% del total de ese volumen. En valores, equivale a una facturación del orden de los 190 millones de dólares. En esta primera parte del año fue muy importante la caída de exportaciones de frutas a Brasil. Estadísticas privadas dan cuenta que las mermas rondan el 50% interanual.
Fuente: rionegro.com.ar