Los alimentos frescos han ido ocupando un lugar cada vez menor en las vidas de algunas familias a medida que, en las últimas décadas, su ritmo de vida ha ido acelerándose, sus horarios laborales se han prolongado y más mujeres han comenzado a trabajar fuera de casa. A todo ello se suma que cada vez se ofrecen más platos instantáneos.
Euromonitor ha analizado los datos de 54 países, que demuestran que el equilibrio entre los alimentos frescos y los precocinados ha cambiado, especialmente en los más desarrollados. Por otra parte, en otros países muy poblados pero menos desarrollados —como China, India y Vietnam—, esta transición nutricional, como la denominan los expertos, todavía no ha alcanzado el punto de inflexión y sus habitantes aún reciben la mayor parte de sus calorías de los alimentos frescos. Según los datos, en 2015, el 85% de los países que comprobó Euromonitor consumieron más calorías de alimentos precocinados que frescos.