El primer lote de calabacines "Gloria", del complejo geotérmico de Touggourt, destinado a la exportación, salió ayer del puerto de Orán hacia Europa. Es una variedad de calabacín diferente de la que se encuentra en el mercado nacional. Su color es verde oscuro, y su tamaño varía entre 18 y 23 cm. En lo que respecta a la calidad, los directores del complejo afirman que este producto, que se destaca por sus propiedades "ecológicas", es muy competitivo en el mercado internacional.
De hecho, según Taha Derbal, director general de la Oficina Nacional de Irrigación y Drenaje (ONID), este primer envío de 20 toneladas se exportará a España, y el Reino Unido será su destino final. Derbal explica que esta es la primera hortaliza producida por el mega-complejo piloto de ONID, utilizando energía geotérmica en la producción agrícola. Situado en Touggourt, en la provincia de Ouargla, este complejo fue construido por la ONID, en cooperación con la empresa española "Alcántara".
Derbal dice que esta inversión de 1.200 millones de dinares (8,5 millones de euros) es muy innovadora. Tiene cuatro grandes invernaderos para cultivos de hortalizas, un vivero, una zona de almacenamiento de semillas, así como una estación de tratamiento y almacenamiento de cultivos. El complejo cuenta con 80 empleados, incluidos 9 ingenieros estatales hidráulicos y agrónomos, todos formados en España, para hacerse cargo del aspecto técnico del proyecto; al fin y al cabo se trata de una combinación de tecnología que permite que las hortalizas se cosechen "ecológicamente" en un tiempo récord, sin desperdiciar energía.
Este complejo, el primero de este tipo en Argelia, utiliza el calor producido por perforaciones a gran profundidad para la producción agrícola; un rendimiento óptimo con un alto valor agregado. Esta técnica permite obtener las condiciones ideales para la producción de hortalizas tempranas. "El complejo tiene cuatro invernaderos, con varias salas, de 10 hectáreas cada uno. Su operación financiará otras 40 hectáreas, lo que aumentará el número de invernaderos a 16", cuenta Derbal. Al calabacín, la primera hortaliza producida por el complejo, le seguirán otros productos, como guindillas, pimientos y tomates cherry. También se están realizando estudios para la producción de ciertas frutas, como la sandía y el melón, para adaptarse mejor a las condiciones. Sin embargo, se dará prioridad al mercado hortícola porque, según Derbal, son técnicas ya dominadas por el complejo.
La experiencia ha atraído el interés de muchos inversores privados; un operador en la región de Oued-Souf ha comenzado a negociar con inversores tunecinos para llevar a cabo un proyecto similar en la región de El-Oued. "En Adrar, el socio español de Onid (Alcantara) está a punto de lanzar un proyecto con un operador argelino, que también utiliza energía geotérmica para la producción de algodón".
Taha Derbal explica que la energía geotérmica es la energía recuperada de los pozos para calentar los invernaderos, gracias a los serpentines de calefacción desenrollados dentro. Esta técnica permite tener las mismas condiciones climáticas durante todo el año, especialmente durante el período de invierno, cuando las bajas temperaturas nocturnas son notables. El complejo también tiene un bloque de desmineralización que permite enfriar y suavizar el agua salada. Financiado por el Banco Nacional de Desarrollo Rural (Badr), este complejo está equipado con todo tipo de tecnología de control a distancia, como: temperatura, riego y luz.
La climatización de la producción, desde su llegada a los campos hasta su envasado final, también está automatizada. "La planta está equipada con una línea de recepción, lavado y transporte, en la que se llevarán a cabo operaciones automatizadas para obtener un producto de alta calidad que cumpla con los estándares europeos", dice el responsable del complejo. Especialmente porque esta técnica agrícola mejorará la calidad del sabor de los productos, debido al calentamiento y al programa de fertilización adaptado, y la reducción del riesgo de contaminación del suelo y del nivel freático, además del uso razonable de pesticidas y productos fitosanitarios, que proporcionarán productos "ecológicos".
Este complejo agrícola aspira a dar otra dimensión a la agricultura nacional, pero también a impactar socialmente (especialmente) al sur del país, con la creación de un centenar de puestos de trabajo, y una multitud de empleos indirectos y temporales, donde el empleo de la mujer será una prioridad. También tiene como objetivo establecer a las poblaciones del sur, y así reducir el éxodo rural. Este complejo cubre una superficie total de 250 hectáreas, incluidas 40 hectáreas de invernaderos, con técnicas hidropónicas para la producción de hortalizas tempranas.
Los 16 invernaderos se instalarán en tres fases (cuatro invernaderos de 10 hectáreas). El suministro de agua caliente (50 a 80%), con una salinidad entre 2,5 y 3,5 g/l, proviene de los pozos Albien en la región. Los representantes de la empresa española parecen estar muy satisfechos con el trabajo realizado en asociación con la ONID. Además, según Vicente Alcover, las condiciones de trabajo son muy favorables. "Por un lado, los empleados son muy serios y están dedicados al trabajo que realizan, y por otro, tenemos una calidad de producto que está clasificada entre las mejores", dijo, mientras expresaba el compromiso de su empresa con la diversificación de la productividad del complejo.
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