"Este 2020 es verdaderamente un año único. La pandemia ha hecho que todo sea nuevo e incierto. En estos meses de emergencia sanitaria, uno de los pocos sectores no afectados por la crisis ha sido la industria agroalimentaria y, en particular, la gran distribución y los productores agrícolas vinculados a este canal de ventas. La mayoría de nuestros clientes forman parte de este segmento. Las fincas siguen invirtiendo en la construcción de invernaderos para la horticultura, con el fin de incrementar y mejorar su producción agrícola", dice Maria Cipro, directora de CO.SER, una empresa italiana especializada en la construcción de invernaderos.
"En 2020 continuamos con el proyecto de modernización, que en los últimos años nos ha llevado a equiparnos con maquinaria cada vez más innovadora. Este año, inauguramos una línea robótica de última generación para soldadura que, gracias a su precisión, hace que se supriman varias fases de trabajo. Nos permite aumentar la eficiencia, ahorrar tiempo y aumentar la seguridad de los trabajadores".
"Utilizar un brazo robótico significa proteger la salud de los trabajadores, evitando su exposición a la luz ultravioleta generada por la soldadura, que a largo plazo puede generar perturbaciones considerables, así como patologías cancerígenas causadas por el humo y el calor. El brazo robótico nos asegura una mejor calidad tanto de las construcciones como del proceso de producción", explica Cipro.
Uno de los signos distintivos de CO.SER es precisamente la calidad. "Solo utilizamos material certificado y fabricado en Italia, porque sabemos que entregar un producto excelente es la mejor publicidad. La fidelidad de nuestros clientes y la expansión de nuestra red de clientes, gracias al boca a boca, indica que se aprecia la calidad de nuestros invernaderos. Esto nos anima a continuar por este camino también en los próximos años. Además, siempre permaneceremos abiertos a las sugerencias de nuestros clientes para la mejora de las estructuras".
La COVID-19 y sus consecuencias
"Nuestro negocio no ha experimentado un descenso en la facturación, pero estamos trabajando con niveles de estrés mucho más altos, tanto como consecuencia del confinamiento impuesto en la pasada primavera como por la incapacidad de operar con toda la plantilla, debida a las numerosas infecciones en nuestra región, que también han afectado a algunos de nuestros empleados. Afortunadamente, el coronavirus no se ha propagado en nuestra empresa gracias a la distancia interpersonal y al uso de mascarillas".
Según Cipro, el confinamiento obligatorio de marzo ha bloqueado las entregas de material, provocando un retraso que aún no se ha podido compensar del todo.
"Como consecuencia de este retraso, nuestros plazos de entrega se han alargado. Si en el período anterior al coronavirus era de 30 días hábiles, hoy se necesitan 60. De momento, hemos logrado ponernos al día con los pedidos que ya estaban en marcha. Todavía tenemos algunas dificultades en el almacén, pero esperamos poder recuperar el trabajo retrasado en estos meses de invierno para estar totalmente al día en la primavera".
"Esperamos que pronto llegue el fin de la emergencia sanitaria, que, de prolongarse, podría tener repercusiones negativas también en el sector agroalimentario, como consecuencia indirecta de la crisis en otros sectores", concluye la directora.
Para más información:
Maria Cipro (directora)
CO.SER. srl
Via Valle Annunziata, 77
81050 Francolise (CE) - Italia
Tel.: +39 (0)823 884180
coser@libero.it
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