"Nos dedicamos al análisis de datos de los procesos agrícolas. Ayudamos a las explotaciones agrícolas a relacionar datos climáticos, microclimáticos y de suelo para que puedan gestionar sus cultivos en cuanto a riego, nutrición, defensa y predicción de crecimiento. Nuestro objetivo es optimizar la dinámica del proceso agrícola, tanto en la agricultura ecológica como en la integrada. En este último caso, con un bajo contenido de residuos".
Davide Parisi, CEO y cofundador de Evja, nos habla sobre OPI, un sistema de ayuda a la toma de decisiones para las explotaciones agrícolas que se basa en sensores y algoritmos predictivos. Evja, una startup italiana nacida en Nápoles en 2015, está participada por BayWa y RWA, actores de los mercados agrícolas alemán y austriaco.
Invernaderos de espinacas. Foto facilitada por Evja.
"Con los modelos predictivos de cosecha, podemos saber con antelación qué hay disponible. Esto significa que también podemos asistir a las empresas en sus decisiones comerciales y, al mismo tiempo, no rebasar el marco de la planificación. Todo ello se hace explotando la inteligencia artificial: la parte de los modelos predictivos se apoya en la tecnología de aprendizaje automático, que permite la creación de nuevos modelos y su continua y constante actualización", prosigue Parisi.
Para todos sus modelos, Evja ha hecho las pruebas directamente en el campo para diferentes problemas y diferentes cultivos, y solo después los ha incorporado en los procesos agrícolas. El sistema puede utilizarse en la horticultura, la fruticultura y también se está empezando a probar en el mercado de la flor. Hablamos de cultivos como tomates, hierbas aromáticas, fresas, lechugas, brotes tiernos, cucurbitáceas y solanáceas, por nombrar unos pocos. "Tenemos estaciones microclimáticas con sensores de humedad, temperatura, luz, humedad en las hojas, contenido volumétrico y electroconductividad del suelo. A petición de la empresa, integramos muchos más".
Invernaderos de tomates. Foto facilitada por Evja.
El CEO de Evja explica: "Además de explotaciones en campo abierto, invernaderos, horizontales o verticales, también trabajamos con institutos de investigación. En campo abierto, no se puede llevar un control definido, pero nuestro sistema ayuda principalmente a decidir el momento oportuno de las diferentes labores agrícolas. En el invernadero, podemos intervenir en el cambio de clima y en la gestión planificada del riego. En la agricultura de invernadero, todo está automatizado y parametrizado. Cuando está todo dicho y hecho, el trabajo llevado a cabo en campo abierto y en los túneles de plástico es más estimulante que otras formas de cultivo desde un punto de vista técnico, científico y comercial. Aquí, de hecho, las variables son incontrolables, la herramienta de ayuda a la toma de decisiones es ya una necesidad".
Invernadero de tomates. Foto facilitada por Evja.
"Hoy en día, el gran reto de la horticultura es producir de una manera sostenible y económica", continúa Parisi. La optimización de los procesos mediante el análisis de datos tiene precisamente este objetivo. Se trata de un arma decisiva para los agricultores, pues su trabajo es cada día más complejo, y Evja les proporciona las habilidades adecuadas. Para los productores de invernadero en particular, las oportunidades ofrecidas por el sistema OPI son el ahorro energético, una mejora de la calidad del producto, la reducción de los desperdicios en el campo y el respaldo en la toma de decisiones de producción y comercialización".
Invernadero de pepinos. Foto facilitada por Evja.
Aplicar tecnología a la agricultura no significa estar sentado en una oficina todo el día. "El 60% de nuestro trabajo tiene lugar en el campo. De hecho, nuestro lema es que si no nos ensuciamos los zapatos a final del día, no hemos trabajado. Experimentar las empresas desde el principio de nuestra aventura ha sido también nuestra ventaja competitiva: hemos experimentado los verdaderos problemas de las empresas de primera mano, no viéndolas solo desde lejos".
Invernadero de lechugas. Foto facilitada por Evja.
Cambio climático
El cambio climático ha sido la verdadera fuerza motriz de la agricultura de precisión. "Es algo que hemos visto evolucionar año tras año. Cuando empezamos en 2015, se notaba, pero no mucho. Conforme pasaba el tiempo, nos dimos cuenta de cómo afectaba a los agricultores y las explotaciones. En sí misma, la agricultura es la historia de las experiencias de los agricultores, y lo que hacemos es valorar esa memoria. Aunque un agricultor pueda conocer bien su campo, la variabilidad del cambio climático supone que sus conocimientos pierden valor. Nosotros convertimos ese valor en un número para introducirlo en una herramienta compartida".
"El cambio climático ha afectado a la estacionalidad ecológica, lo que significa que las épocas de siembra y trasplante se han desplazado, así como las épocas de incidencia de las enfermedades vegetales. Por consiguiente, Evja crea un historial de datos sobre la base de que la explotación agrícola pueda tomar decisiones más estructuradas y reducir los márgenes de error. En un plazo de 48, somos capaces de ayudar a los agricultores con sus decisiones. Me gustaría resaltar que somos una ayuda a la toma de decisiones y que no predecimos el futuro, nos basamos en algoritmos predictivos. En resumen, proporcionamos los elementos adecuados para la gestión de riesgos del negocio".
Invernadero de fresas. Foto facilitada por Evja.
Aumento de los costes de producción
En general, la optimización de procesos siempre está relacionada con una dinámica económica. "Si tomamos el ejemplo del aumento de los precios del plástico, en los túneles nuestra tecnología interviene en el análisis de la transmitancia de las coberturas de plástico utilizadas, y así el productor se hace una mejor idea del grado de aprovechamiento. Con la cobertura de plástico, mediante el análisis de datos, podemos entonces ofrecer una idea clara de cuándo sustituirla", confluye Parisi.
Para más información:
Evja
info@evja.eu
www.evja.eu