¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber

Desarrollan en Almería un biofertilizante con desechos de tomatera más barato y sostenible que los tradicionales

Un equipo de investigación de la Universidad de Almería ha desarrollado un biofertilizante elaborado con desechos de tomatera. "En concreto, los expertos proponen aplicar un tratamiento térmico a los restos de cultivo del año anterior, que habitualmente se descartan en centros de gestión de residuos. Con este enmienda orgánica, también se reduce el consumo de agua que realiza cada planta y se mejora la fertilidad del suelo", explican desde una nota publicada por la Fundación Descubre.

Normalmente, los fertilizantes tradicionales presentan desventajas como la degradación de los suelos agrícolas, los malos olores y la contaminación de acuíferos, entre otras cuestiones. Para disminuir el impacto ambiental de estos abonos, los científicos proponen prescindir totalmente de ellos y emplear esta enmienda orgánica, elaborada con restos de tomateras y eficaz contra agentes patógenos como hongos, bacterias y virus. “Se trata de una opción alternativa, más sostenible y más barata que los compuestos que se emplean normalmente, dado que la materia prima son los desechos de la campaña de cultivo anterior”, explica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Almería Francisco José Castillo Díaz.

En el estudio ‘Biodisinfection as a profitable fertilization method for horticultural crops in the framework of the circular economy’ publicado en Agronomy, los investigadores explican que emplearon la biosolarización para elaborar el biofertilizante. Esta técnica combina los restos de la cosecha del año anterior con un tratamiento térmico para obtener el abono.

El ensayo de este estudio se ha realizado a lo largo de tres años consecutivos en la Finca Experimental UAL-ANECOOP, en una parcela que simula las características de la horticultura almeriense, en la que los expertos llegaron a la conclusión de que este biofertilizante iguala la efectividad de los abonos convencionales, es menos contaminante y puede emplearse cada siete meses aproximadamente, coincidiendo con los periodos de cultivo habituales en la zona.

 

Fuente: fundaciondescubre.es

Fecha de publicación: