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Un equipo científico consigue elaborar un biocombustible a partir de pieles de naranjas

Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha utilizado residuos de la industria frutícola para extraer aceite de naranja y analizar su potencial como combustible para biorreactores. "Los resultados obtenidos demuestran que dicho aceite es una alternativa viable para ser mezclado hasta en un 15% con combustible para aviones, sin ningún inconveniente significativo para el rendimiento de los mismos, y cumpliendo con todos los requisitos de las normas de aviación. El biocombustible ha sido tratado para reducir su tendencia a la formación de hollín, por lo que su uso ayudaría a disminuir las emisiones contaminantes de los combustibles actuales”, detalla la UPM en una nota.

“La industria frutícola y, en concreto, la industria del zumo de naranja genera una gran cantidad de subproductos y residuos, hasta 30 millones de toneladas anualmente, que precisan ser gestionados para evitar graves problemas económicos y medioambientales. Estos residuos tienen un gran contenido en terpenos, cuya transformación permite obtener biocombustibles adecuados para ser mezclados con los carburantes convencionales, tanto en aviación como en automoción. Entre estos residuos, las pieles de naranja contienen aceite de naranja, que se puede extraer por prensado o mediante uso de disolventes”.

El aceite de naranja, principalmente constituido por D-limoneno, se podría emplear como biocombustible en aviación y en automoción “por sus excelentes densidad y poder calorífico (conjuntamente, indican la cantidad de energía almacenada en el depósito del vehículo) y propiedades de flujo en frío (esto es, el comportamiento del biocombustible a bajas temperaturas)”, señalan desde la UPM. No obstante, la elevada tendencia a la formación de hollín del aceite de naranja durante su combustión hace necesaria su transformación mediante el proceso químico de hidrogenación. “La principal ventaja de este proceso es que la hidrogenación completa del combustible permite reducir su emisión de hollín un 55%, según hemos comprobado en nuestro estudio”, puntualiza David Donoso, investigador de la ETS de Ingeniería Industrial de la Universidad de Castilla-La Mancha.

“El aceite de naranja derivado de la industria del zumo podría sustituir al 0,1% o al 0,02% del queroseno y del diésel consumidos en España en 2019, respectivamente. Claramente, la incorporación del aceite de naranja al mercado de los biocombustibles no bastaría para cumplir los objetivos de reducción de emisiones contaminantes para atenuar los efectos del cambio climático, pero ayudaría”, matiza la nota.

 

Fuente: upm.es

Fecha de publicación: